Yultepec, Méx., El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inició trabajos de investigación científica paleoambiental en Santa Lucía y Tultepec, estado de México, donde se hallaron restos óseos de mamut, para recrear el ambiente de vida de hace más de 10 mil años, cuando en la región habitó el mamífero prehistórico e ir mucho más allá del simple rescate de osamentas.

La alcaldía local informó que Joaquín Arroyo Cabrales, investigador del Laboratorio de Arqueozoología de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, junto con tres científicos más, visitó el Museo del Mamut de Tultepec y la zona de excavación donde aún se rescatan osamentas de al menos 15 mastodontes, a efecto de iniciar una investigación en la región.

En el estudio también participará el arqueólogo Luis Córdoba Barradas, responsable y titular de los proyectos de rescate de osamentas de mamut Tultepec I y Tultepec II, promovidas desde 2016 en San Antonio Xahuento.

Arroyo explicó que a raíz de la relevancia mundial generada por los hallazgos en Tultepec, donde por primera vez (en 2019) fueron encontradas trampas prehistóricas para cazar mamuts, el INAH asignó al menos a 12 especialistas en diversos campos con el fin de ir a fondo en todo lo que rodea a las osamentas de los mamuts encontradas en Tultepec y Santa Lucía.

La visita de reconocimiento al lugar de las excavaciones es para evaluar las dificultades a las que nos enfrentaremos cada uno de los investigadores en los respectivos campos, a efecto de recuperar el mayor número de elementos y hacer posible una reconstrucción paleoambiental muy completa de la región, informó Arroyo Cabrales.

Más allá del material óseo recuperado, se requiere todo un conjunto de elementos para conocer con gran riqueza de detalles cómo era esta área hace 10 o 15 mil años, de ahí la importancia de precisar los fechamientos, animales de la época, así como su alimentación, expuso el investigador a autoridades locales. La investigación, agregó, busca entender cómo vivieron, qué comían, con qué otros animales convivían, es decir, ir mucho más allá del simple rescate de osamentas.

Añadió que el propósito es leer lo que nos dicen los diferentes huesos encontrados y los sedimentos de las diferentes capas estratigráficas. Para ello vendrán diversos especialistas para analizar hasta caracoles encontrados, los cuales son muy diagnósticos de ambiente, así como polen u otros animales que pudieran haber convivido en esa época; de esto se trata este proyecto, agregó Arroyo.

Precisó que la investigación incluye los hallazgos de Santa Lucía y Tultepec porque la distancia entre ambos sitios no es gran cosa, alrededor de 8 kilómetros, para saber si coinciden en temporalidad. De ahí la importancia de lograr un estudio integral para conocer cómo fue ese paleoambiente.

Cuatro coordinadores y al menos 10 expertos en campos como polen, geología, vulcanología, isótopos estables, material molecular y ácidos grasos, examinarán las diferentes muestras con base en su especialidad.