Nos urge que regrese la normalidad
Martes 30 de junio de 2020, p. 31
En el primer día del semáforo naranja en la Ciudad de México, varios comercios minoristas abrieron sin seguir de manera estricta las medidas de prevención para evitar la propagación de la enfermedad por coronavirus.
Mientras algunos locales sólo ofrecieron gel antibacterial, en otros únicamente se exhortaba a la sana distancia; incluso hubo quienes abrieron antes de las 11 de la mañana, nuevo horario impuesto por las autoridades.
Sólo se permite entrar a una persona
, explicó uno de los dueños, quien reconoció que abrió su local de venta de artículos para fiestas en la colonia Portales hace un par de semanas.
En la entrada de su negocio colocó cadenas para evitar aglomeraciones dentro del lugar.
En la calle Víctor Hugo, un par de mujeres comenzó la limpieza de las cortinas de su local, a fin de preparar la reapertura del mismo; explicaron que las ventas las han hecho por medio de pedidos y entregas a domicilio, por lo que mostraron su aprobación ante la posibilidad de reabrir su negocio.
En otro establecimiento, de venta de artículos para repostería, los dueños explicaron que desde el inicio de la emergencia sanitaria han podido laborar con la justificación de que también ofrecen productos como chocolates y confitería.
Ahí, a cada visitante se le exige el uso de cubrebocas o guantes y guardar la sana distancia, y sólo se atiende a una persona por familia.
Del lado contrario de la acera, en una tienda donde se venden galletas, chocolatería, dulces y artículos para cocina, se ofrece gel antibacterial y se solicita a los clientes pisar un tapete sanitizante para poder ingresar al lugar.
La señora Angélica García acudió a Portales a adquirir cacahuates y dulces para su tiendita.
Yo vengo aquí cada dos semanas para surtirme, particularmente este negocio no ha cerrado. Yo la verdad es que entiendo a los dueños que han abierto sus locales porque, al fin de cuentas, somos comerciantes y es de lo que vivimos. A todos nos urge que esto regrese a la normalidad
.
En otras partes de la ciudad, como en Iztapalapa, los comercios de venta de sábanas y edredones abrieron desde las 10 de la mañana. En las ventanas de una sucursal de una marca reconocida de colchas, situada sobre Periférico, fueron colocados carteles sobre las medidas para prevenir los contagios.
Sobre la avenida Manuel Buendía, en un local con razón social La Providencia, dedicado a la venta de lonas, los encargados colocaron un plástico que cubría la entrada para evitar el ingreso de personas, y sólo había contacto con los clientes a través de una rendija.