Carta de ex canciller, un dardo más a la 4T

a carta de Bernardo Sepúlveda al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, transmite la impresión de que Joe Biden y el Partido Demócrata harían sonoros berrinches si el presidente Andrés Manuel López Obrador asiste a Washington.

Difícil comprender que Estados Unidos gestionaría sus enormes intereses mediante esas emo-ciones primarias, cuestión que Sepúlveda da por hecho. 

Los mortales también nos preguntamos cuál es el propósito del ex canciller al señalar graves inconvenientes para México si AMLO visita Estados Unidos, una vez que son hechos consumados, tanto la invitación de Trump, como la aceptación presidencial de asistir.

Parece claro que el Presidente no puede decir siempre no. Siendo así, la carta parece sólo un dardo más contra López Obrador y contra el canciller Ebrard.

José Blanco

Elogia al embajador emérito Sepúlveda

Bernardo Sepúlveda ha reivindicado el máximo honor que puede recibir un diplomático mexicano en su carácter de embajador emérito, al alertar de los riesgos innegables que entraña la visita oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador a Washington.  

El ex canciller en Tlatelolco custodió con llave de oro la dignidad y la soberanía nacional y por ello se le premió.

PD: Qué dura es la ausencia del embajador emérito Sergio González Gálvez, que en estas mismas páginas nos iluminó con su experiencia y probado nacionalismo.

Hermilo López-Bassols, embajador de carrera desde 1986, ahora jubilado

No hubo Noche Triste ni Victoriosa hace 500 años, considera

En su artículo de ayer publicado en la sección Ciudad de La Jornada, Ángeles González Gamio calificó de Noche Victoriosa a los sangrientos eventos acaeci-dos este 30 de junio, pero de hace 500 años, a lo largo de la calzada que comunicaba a Tlacopan con Tenochtitlan.

Por supuesto, concuerdo con ella en que llamar a esos hechos Noche Triste es un error histórico, pero también lo sería llamarle Noche Victoriosa, pues la actual nación mexicana tiene tanto de los tenochcas, tlatelolcas, tecpanecas y acolhuas victoriosos ese día, como de los españoles, tlaxcaltecas, huexotzincas, cholul- tecas y totonacas que perdieron esa batalla.

Ya es tiempo de dejar de ver a México como Estado nación tal como lo diseñaron historiográficamente los liberales del siglo XIX y la historia oficial priísta (tan bien representada en el diseño del Museo Nacional de Antropología, según el cual, Tenochtitlan es el centro, el pináculo, el summum del pasado indígena) para vernos como una nación pluricultural, multinacional y, por supuesto, no conquistada, como supondría el nombre de Noche Victoriosa.

Pedro Salmerón Sanginés, historiador

Llama a legislar para impedir privilegios de funcionarios del INE

La lectura de la nota de Georgina Saldierna sobre los privilegios del presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) y de algunos consejeros nos remite a lo más oscuro y deshumanizado que puede ser un funcionario electoral.

Inefable que su presidente no pueda gastarse uno por ciento (30 mil pesos) de su cuantioso aguinaldo (300 mil pesos) en seguro de gastos médicos.

Un oprobio que reciban el inadmisible seguro de separación, pues por cada peso los contribuyentes ¡pagamos dos! Y son miles de miles de pesos.

Pero lo perverso, sin que sea lo más grave, es que los proyectos que asigna esa institución, no los liciten, sino que simplemente los asignen. Y sus salarios, altísimos, son una puñalada atroz a todos los mexicanos. Diputados: ya es tiempo de legislar sobre medidas que impidan esos privilegios.

José Lavanderos

Posibles alcances del viaje de López Obrador a Washington

México y Estados Unidos se encuentran ligados y deben mantener relaciones constantes y profundas. El 75 por ciento de nuestro comercio está con el país vecino, compartimos 3 mil kilómetros de frontera; en aquella nación viven 30 millones de personas de origen mexicano y muchos etcéteras.

Decir que el presidente Andrés Manuel López Obrador contribuirá con su visita a posicionar a Donald Trump es exagerado. No tiene tanta influencia.

Decir que el mandatario estadunidense utilizará esa visita electoralmente, es claro, porque Trump usa y utilizará todo lo que pueda para su pretendida relección.

Sin embargo, si se trata de jugar fuerte por su relación con México, la carta que guarda el magnate bajo la manga es la continuidad del juicio de Genaro García Luna, en la actualidad preso en Nueva York, así como la posible solicitud para que comparezca Felipe Calderón, jefe del detenido, y a quien poco se le cree que no sabía nada de las andanzas de su secretario de Seguridad.

Es probable que el sector que apoya a Trump utilice ese recurso para desacreditar fuerte y jurídicamente a sus contrincantes que no sólo son los demócratas como partido, sino integrantes prominentes de las agencias de seguridad (Oficina Federal de Investigaciones, Administración para el Control de Drogas, y por supuesto, la Agencia Central de Inteligencia), que se le han opuesto y juegan en su contra.

Así, el proyecto de Rápido y furioso podría significarse como un elemento de peso mayor en la contienda de Estados Unidos.

¿Qué tanto pueden influir los republicanos para que esto ocurra, inclinando al Poder Judicial en ese sentido? Lo veremos pronto, pero es una posibilidad muy real. 

Eduardo del Castillo V.