Las personas que viven con cáncer enfrentan el desabasto de medicamentos, pero no sólo por la pandemia. Es el problema de siempre, que hay unos, pero faltan otros. Desde el año pasado hay carencias que con el Covid-19 se acentuaron por el desabasto del mercado internacional, señalaron pacientes de instituciones de seguridad social y de institutos de salud.

El problema es que el cáncer no espera, comentó Judith, derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien desde hace cinco años está en tratamiento por dos tipos de cáncer: síndrome mielodisplásico y mieloma múltiple.

Toma varios fármacos que le ayudan a contrarrestar los efectos de las 40 sesiones de quimioterapia que concluyó a principios de este año. Recordó que en las últimas 15 no hubo Ciclofosfamida y con la finalidad de no interrumpir la terapia, los médicos le ofrecieron un sustituto (Ifosfamida).

Lo aceptó ante el temor de que el cáncer regrese y es que sólo en 2019 a Judith le tocó ver que siete personas fallecieron por ese padeciemiento. Explicó que estos cánceres son muy agresivos y que se puedan controlar depende de varios factores. Uno de ellos son los medicamentos.

También mujeres con cáncer de mama se enfrentan al desabasto de fármacos. La semana pasada, en el Instituto Nacional de Cancerología, una paciente escuchó una conversación entre doctores que se preguntaban qué podrían hacer sin los medicamentos. La gente irá muriendo y nosotros no podemos hacer nada, contestó uno de ellos.

Hace un año surgió la organización civil Cero Desabasto, con la misión de documentar las carencias de medicamentos en las instituciones públicas de salud del país. Del 18 de febrero al 30 de abril de 2020 recabó información de 2 mil 271 casos de pacientes que no tuvieron sus tratamientos.

Del total de reportes, 54 por ciento fueron del Instituto Mexicano del Seguro Social, seguido del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, con 30 por ciento. Del Instituto de Salud para el Bienestar fueron 9 por ciento, mientras en las instalaciones médicas de Pemex, los servicios estatales de salud y el sector privado tuvieron el restante 7 por ciento.

Diabéticos e hipertensos no pudieron surtir sus recetas

De acuerdo con los datos recabados en la plataforma digital de la agrupación civil, además de los enfermos de cáncer, los pacientes que no pudieron surtir sus recetas son los que viven con VIH/sida (12 por ciento), diabetes (11 por ciento), hipertensión arterial (8 por ciento) y artritis e insuficiencia renal, 2 por ciento cada uno.