Sábado 20 de junio de 2020, p. 25
Pekín. La fiscalía china acusó ayer a dos detenidos canadienses de espionaje en un aparente intento por aumentar la presión sobre Canadá para que rechace la petición de Estados Unidos de extraditar a una ejecutiva de Huawei bajo arresto domiciliario en Vancouver.
Michael Kovrig fue acusado de espiar secretos de estado e inteligencia. Los cargos contra Michael Spavor se presentaron en la ciudad de Dandong, cerca de la frontera con Corea del Norte, por la sospecha de que espió para una entidad extranjera y proporcionó ilegalmente secretos de Estado.
El vocero del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, apuntó que cada uno de los canadienses está acusado de recopilar secretos de estado para fuerzas extranjeras con consecuencias especialmente graves. Los hechos son claros y las evidencias sólidas y suficientes
, contó Zhao a reporteros en su conferencia de prensa diaria, sin dar más detalles.
Los dos hombres llevan 18 meses detenidos. Fueron arrestados poco después que Meng Wanzhou, una alta ejecutiva del gigante tecnológico chino Huawei, fue detenida en Canadá en diciembre de 2018. La funcionaria fue arrestada a petición de las autoridades estadunidenses, que la buscan por presunto fraude relacionado con operaciones comerciales con Irán. Un juez canadiense decretó este mes que el caso de extradición podía avanzar a la siguiente fase.
China ha negado cualquier relación explícita entre su caso y la larga detención de los dos canadienses, pero expertos externos sí la ven y diplomáticos chinos han insinuado una conexión.
Meng quedó en libertad bajo fianza mientras su caso se resuelve en los tribunales y está viviendo en una de sus dos mansiones en Vancouver, desde donde estaría trabajando en un título de posgrado. Kovrig y Spavor están retenidos en sitios no revelados y no han podido recibir visitas de abogados o familiares.
En otro orden, un hábil ciberactor estatal
ataca a Australia en una campaña que amenaza todos los niveles de gobierno, empresas, servicios esenciales e infraestructura crucial, dijo el primer ministro Scott Morrison, quien se negó a identificar al Estado, mientras crecen las conjeturas de que los ataques son parte de las desavenencias hostiles con China.
Morrison dijo que habló de la amenaza para que el público tuviera conciencia de ella y que las organizaciones relacionadas con la salud, la infraestructura crítica y los servicios esenciales deben reforzar sus defensas técnicas.
Los blancos pertenecen a toda una gama de sectores, y la frecuencia de las intrusiones cibernéticas con fines de robo y daños ha aumentado durante meses, afirmó.
Estas son acciones de un actor estatal con capacidad significativa. No muchos actores estatales poseen esa capacidad
, dijo Morrison.
Peter Jennings, director ejecutivo del instituto de investigaciones Australian Strategic Policy, dijo que solo China tenía la capacidad para lanzar semejante ofensiva cibernética contra Australia y la capacidad para hacerlo.
Tengo la certeza absoluta de que China está detrás de esto
, dijo Jennings.
China también sentenció a otros dos canadienses a la pena de muerte y suspendió las importaciones de colza canadiense, señalando que ninguna de estas acciones está ligada tampoco al caso de Meng.