El inicio gradual de actividades económicas no esenciales anunciado por el gobierno capitalino a partir de mañana generó polémica y opiniones encontradas entre la gente, pues para algunos aún no es pertinente por el elevado número de contagios de Covid-19 y es calificado como un error, otros dijeron que ya era tiempo y más que necesario, pues de lo contrario quebrarían más negocios y muchos quedarían desempleados.

Si nos descuidamos yo creo que se vendrían abajo todos estos meses de esfuerzo que hicimos muchos por permanecer en casa, consideró la señora Susana Bedolla, al salir de hacer su mandado en el mercado Medellín, colonia Roma.

Aseguró que durante dos meses sólo ha salido a lo indispensable: Mis hijos me decían que no lo hiciera, pero tampoco me llevaban lo que necesitaba; ahora me va a dar miedo porque va a haber mucha más gente.

Olivia, quien a diario lleva a pasear a su perro a la plaza Río de Janeiro, dijo que las autoridades hubieran esperado hasta bajar los contagios, porque todos los días nos dicen las medidas preventivas, pero lo que veo es que la gente sale sin ningún cuidado.

Para otros el reinicio era más que necesario porque tienen que subsistir. La situación ya está muy difícil, por donde quiera, opinó Alberto Torres, quien cuenta con un negocio donde repara electrodomésticos en la colonia Roma y ha logrado sobrevivir al ofrecer sus servicios a domicilio.

Como él, otros capitalinos aprobaron la decisión gubernamental, siempre y cuando los ciudadanos y las empresas respeten las medidas para prevenir contagios.

Leticia Ortega, propietaria de una estética en la alcaldía Benito Juárez que permanece cerrada desde la primera semana de abril y quien deberá esperar hasta después del 22 de junio para ver si le autorizan la reapertura, afirmó que cuando menos ya hay una fecha tentativa.

Comentó que su arrendadora se portó muy bien y le redujo el monto de la renta por el local que se halla en la colonia Álamos, casi a la mitad, pero no siempre va a ser así, ella también tiene que ganar, y en este periodo en el que debió bajar la cortina juntaba el dinero que obtenía de algunos trabajos que le pedían por citas para pagar, mientras los gastos de casa lo aportaban sus dos hijos, pero ya necesita regresar también a laborar, aunque sea con horarios reducidos y menos días a la semana.

Fernanda Franco, comerciante independiente, consideró que sí, pese al semáforo en rojo, se puede regresar a la normalidad, pero siempre y cuando tomemos las medidas: si tenemos que salir a trabajar hay que usar el cubrebocas.

Agregó que va a extrañar que no había tanta aglomeración en el Metro ni en el Metrobús, que son los medios que utiliza para sus traslados y entregar los productos que vende.

Hugo Guzmán, taxista, dijo que desde que se terminó la Jornada Nacional de Sana Distancia se vio mucha más gente en las calles, aunque eso no se reflejó mucho en la demanda del servicio, por lo que espera que ahora que empiece la apertura gradual de los negocios y salga más gente a trabajar mejore su situación.