Época de pronósticos // ¿Cuál será el bueno?
n esta época de pronósticos, desde los más pesimistas hasta los más optimistas, el presidente López Obrador aporta el suyo: el trimestre más difícil será el actual y la recuperación se iniciará ya en este mes
, porque algunas industrias reiniciarán operaciones y a principios de julio entrará en funcionamiento el nuevo
Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Abril, mayo y junio es el periodo con la situación más difícil, más complicado que en enero-marzo, pero a partir de julio vamos hacia adelante
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Ese es el pronóstico presidencial, apoyado, dice, porque estamos bien en la recaudación: en el periodo enero-mayo vamos a tener una superior en alrededor de 70 mil millones de pesos con relación al mismo periodo del año pasado; las ventas de los comercios no se han desplomado y ya hablábamos del empleo, ya hubo días en mayo en que no se perdieron empleos, al contrario, se crearon, pocos, pero hubo nuevos inscritos en el Seguro Social
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Sobre este último tema, el mandatario detalló: “hablaban de millones de empleos perdidos por la pandemia. Según los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, en abril se perdieron 550 mil empleos, de 20 millones 500 mil trabajadores inscritos en el IMSS, pero el dato que tengo adelantado –que se va a dar a conocer el 12 de junio– apunta a una disminución en la pérdida de empleos, vamos a perder en mayo menos de 350 mil empleos. Estimo que si nos va bien no va a superar el millón de empleos perdidos por la pandemia”.
Además, López Obrador dijo que hay sectores políticos que quisieran que se desplomara por completo la economía nacional y no les está resultando. Sus pronósticos no tienen que ver con la realidad. Hablaban de que nos íbamos a caer más de 3 por ciento en la economía nacional y el primer trimestre fue 1.2; decían que el peso se iba a devaluar por completo; tenían el pronóstico de que llegaría a 30 pesos por dólar; llegó a poco más de 25 y ha bajado; está en 22 pesos por dólar, así se cotizó ayer
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La visión presidencial apunta hacia una recuperación económica, con alto contenido social y lo más rápida posible, pero en vía de mientras el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes– considera que “el momento que definirá el rumbo del país en la siguiente década ha llegado: ¿qué México emergerá de la recesión exacerbada por la pandemia de Covid-19?
Ya se conoce el resultado de lo ocurrido en los últimos 40 años. En los albores del siglo XXI todo dependerá de la estrategia de política económica e industrial que se aplique durante las semanas por venir”. En este sentido, ¿se aplicarán las mismas medidas de recorte presupuestal y gasto asistencial que se utilizaron en las pasadas ocho recesiones o se aplicarán estrategias de inversión pública, de regulación que facilite y promueva la preservación del empleo y la inversión privada?
Bajo dicho contexto, abril mostró el efecto de la recesión y su combinación con el Covid-19. Dado que esta mezcla estuvo presente en mayo y prevalecerá parcialmente en los meses por venir, se hace necesario establecer una estrategia de reactivación económica basada en la inversión pública y privada.
La preservación del empleo debe ser el objetivo. Si el gobierno no contará con recursos financieros y no podrá apoyar al sector privado, lo recomendable es que aplique estrategias que faciliten la actividad de las empresas: elevar la confianza de invertir en México. De otra manera, ¿quién podrá evitar el daño social que cause la recesión? ¿Puede el gasto social enfrentar el compromiso de atender las necesidades de 61 millones de mexicanos en pobreza por ingreso y de 1.4 millones que, de acuerdo con el Banco de México, podrían perder su empleo en 2020?
Las rebanadas del pastel
Ya se giraron órdenes de aprehensión contra servidores públicos involucrados en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. ¿De qué tamaño son los peces
involucrados? Justicia, ante todo.