Integrantes del Comité Ejecutivo dela sección 9 del magisterio disidente señalaron que Aprende en Casa no es un programa equitativo y ha exhibido las grandes desigualdades del sistema educativo, y que ante la falta de un plan definido por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para atender las necesidades educativas de millones de alumnos durante la emergencia sanitaria, se llevó a los maestros a generar una precaria virtualidad del aprendizaje sin más herramientas que las propias: celular, computadora, Internet o el diseño de guías y materiales de estudio con sus materiales.

Luego de darse a conocer el protocolo de regresos a clases, previsto para el próximo 10 de agosto, destacaron que la mayoría de los maestros buscó soluciones, se las ingenió para establecer comunicación con los estudiantes y sus padres, poniendo por delante su compromiso y convicción.

Señalaron que, además, el programa Aprende en Casa, elaborado por la SEP, no consideró a los alumnos con discapacidad u otras condiciones, pues no es suficiente utilizar subtítulos o lengua de señas en las clases televisadas.

La estrategia exhibe la brecha digital, pues sólo 44.3 por ciento de hogares cuenta con computadora, 39.1 por ciento carece de conexión a Internet, 10.7 por ciento de usuarios acceden a él fuera del hogar y 44.6 por ciento usan la computadora como herramienta de apoyo escolar en los hogares, de acuerdo con datos oficiales.

También rechazaron que, como asegura la SEP, el que la mayoría de los alumnos cuente con sus libros de texto gratuito no significa aprendizaje automático si no hay la mediación de los docentes, los libros son auxiliares junto con otros materiales que utilizan los maestros en las aulas.

Esta coyuntura, afirmaron, abre la oportunidad a un plan de desplazamiento de la educación escolarizada apostando a la educación virtual, entregando a las corporaciones millones de datos que en un futuro significara grandes negocios. Y destacaron que la oferta de cursos para docentes ha sido muy limitada y dependiente totalmente de las corporaciones.

Por ello, demandaron una mesa de trabajo con el Ejecutivo Federal, pero también que el Estado mexicano atienda las graves carencias que enfrentan las escuelas, así como la creación de un programa con metas claras y recursos suficientes para dotar a los centros escolares de los insumos necesarios para dar cumplimiento a las medidas sanitarias recomendadas.