Luego de la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de suspender ensayos clínicos con cloroquina y sus derivados, entre ellos la hidroxicloroquina, como tratamiento para el Covid-19, en México los comités científicos que aprobaron la realización de estudios en los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y de Enfermedades Respiratorias harán una evaluación para determinar la ruta a seguir.

En uno de los ensayos se utiliza el fármaco como tratamiento en pacientes graves y en otro se investiga su eficacia como profiláctico en personal médico y de enfermería en contacto con enfermos.

En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el pasado día 15 Fiacro Jiménez, titular de la Subdirección de Regulación y Atención Hospitalaria, envió a los directores de nosocomios un oficio donde les sugiere el plan de tratamiento para enfermos de Covid-19, con cuatro alternativas posibles. En todas está incluida la cloroquina o hidroxicloroquina, y a pesar de que reconoce el riesgo de efectos adversos, no planteaba alguna otra alternativa terapéutica.

Cinco días después, el funcionario envió una nueva comunicación en la que deja sin efecto la propuesta. El mismo 20 de mayo, el director médico del instituto, Ramiro López, giró otro oficio en el cual indica que el personal de salud puede utilizar los tratamientos conocidos, aunque su uso carezca de sustento científico en cuanto a seguridad y eficacia, si el producto forma parte de un ensayo clínico autorizado por comités científicos y de bioética.

De lo contrario, los médicos tratantes también pueden prescribir sustancias, pero deben realizar la farmacovigilancia y contar con el consentimiento del paciente.