New Castle. El precandidato a la presidencia de Estados Unidos Joe Biden realizó ayer su primer acto de campaña fuera de su hogar desde que comenzó el confinamiento por la pandemia del coronavirus hace 10 semanas. Fue en Delaware, donde visitó el monumento a los veteranos de guerra para conmemorar el feriado por el Día de los Caídos.

Biden, quien contenderá en noviembre por el Partido Demócrata, y su esposa, Jill, ambos con cubrebocas negros, depositaron una corona de rosas blancas en el monumento para los militares estadunidenses muertos en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

Se siente bien estar fuera de casa, declaró Biden a periodistas. Manteniendo la sana distancia, saludó a una docena de veteranos de guerra, a quienes agradeció su servicio al país.

Biden ha hecho campaña por Internet desde su hogar en Wil-mington desde que gran parte del país se vio obligado a quedarse en casa para frenar la propagación del coronavirus.

Si bien las actividades del presidente Donad Trump también se han restringido, él ha salido de la Casa Blanca en las últimas semanas, para visitar estados electorales claves como Arizona, Michigan y Pensilvania.

Trump jugó al golf este fin de semana por primera vez desde que declaró la emergencia nacional en marzo, lo que generó críticas de Biden en un momento en que la cifra de muertos en Estados Unidos por el virus se acerca a 100 mil.

La presidencia es mucho más que tuitear desde tu carrito de golf, publicó en la red Biden el domingo.

A pesar de que algunos de sus donantes y simpatizantes se han mostrado preocupados por el bajo perfil de Biden, el ex vicepresidente siempre ha mantenido ventaja sobre Trump en las encuestas, ayudado por los reproches a la gestión del republicano en la crisis de salud.

En dos actos por separado, Trump rindió homenaje a los miembros del servicio militar en el festivo. En el histórico Fuerte McHenry, en Baltimore proclamó: ningún obstáculo, desafío o amenaza es un rival para la gran determinación del pueblo estadunidense.

Horas antes, Trump encabezó una ceremonia en el Cementerio Nacional de Arlington, que al igual que el Fuerte McHenry está cerrado al público.

Muchos de los asistentes portaron cubrebocas, pero se los quitaron para la ceremonia en el exterior frente a la Tumba del Soldado Desconocido. Como acostumbra, Trump no traía cubrebocas en público. Se acercó a la corona de flores que ya estaba colocada, la tocó e hizo un saludo.

Trump amenazó con trasladar la convención republicana, programada para agosto en Carolina del Norte, si el gobernador demócrata no garantiza el levantamiento de la prohibición de grandes concentraciones debido a la crisis sanitaria.