Domingo 17 de mayo de 2020, p. a11
Los deportistas en confinamiento han acondicionado de diversas formas sus espacios para ejercitarse, y José Luis Sánchez, calificado en rifle a los Juegos Olímpicos de Tokio, entrena en la sala de su casa las posiciones de competencia, pero espera pronto retomar la preparación rumbo a su segunda cita veraniega, en la que pretende demostrar su progresión y aspira además a continuar como entrenador de su deporte en Nuevo León.
La pausa por el coronavirus y el aplazamiento de un año de los Olímpicos a 2021, le dará al tirador regiomontano la oportunidad, como a muchos deportistas de todo el mundo, de llegar mejor preparado, sobre todo porque antes de la pandemia terminaba de recuperarse de una fractura de muñeca de la mano derecha –con la que dispara el gatillo– que sufrió al caer de la escalera de su casa.
Serán sus segundos Juegos Olímpicos, luego de que en su primera participación, a los 20 años de edad, terminó en el sitio 24 en Pekín 2008. De aquella experiencia rescata el quedar muy cerca de avanzar al grupo finalista.
Tras no calificar a Londres 2012 y Río 2016, José Luis tiene muy fija la meta. Estoy muy motivado, preparándome para ahora sí no nada más participar, sino ir y sacar a México adelante. Esperamos estar dentro de los finalistas, la actitud es esa, y ya en una final la verdad es que cualquiera puede ganar. El objetivo es ese: estar en una final
, remarcó.
El atleta de 32 años considera que ha logrado una progresión en su carrera y estaba destinado a demostrarlo en Tokio 2020 “A pesar de lo que he pasado y lo que estamos viviendo, vamos por buen camino; lo que estamos haciendo dará sus frutos.
Obviamente creo que sí nos falta un poquito de material deportivo, la cancha, pero pienso que vamos a dar un buen resultado. Y después, en un futuro, quiero seguir siempre en este deporte preparando a las nuevas generaciones
, afirmó el atleta que cotidianamente entrena en un espacio en el Parque Niños Héroes de Monterrey, que al no ser una cancha oficial de 50 metros, todos los días instala su máquina de mira electrónica para entrenar.
Por lo pronto, José Luis practica las posiciones de competencia en la sala de su casa, y como si estuviera en la cancha de tiro, simula los disparos de rodilla, tendido y de pie, 40 movimientos en cada una, en total 120, una secuencia que en justas reales incluye otras tantas detonaciones de alineación o calentamiento, que los participantes deben resolver en dos horas con 45 minutos.