De niña le gustaba asistir a los cursos de verano que se hacían en la Casa de Cultura de Paracho, Michoacán, de gran tradición artesanal.

Sentada en una sillita, junto con otros niños, pintaba máscaras y otras manualidades. Era la que se quedaba al final de la clase esmerándose en terminar bien su trabajo, en darle sus detalles.

Esa pequeña no vislumbraba que años adelante, en ese mismo sitio, estaría realizando un video en el que recapitularía parte de su infancia, pero también parte del presente y del futuro.

Para ella, cuya inspiración hacia la creatividad es observar en los detalles de los objetos las experiencias y situaciones cotidianas, grabar allí fue un hecho mágico.

Ella es María Ponce, diseñadora de moda que formó parte del cartel de la nueva edición del Mercedes-Benz Fashion Week Mexico, que para estos tiempos de confinamiento propuso que cada creador hiciera un video para YouTube.

La idea es sostener la llamada Semana de la Moda de México, que dio a los diseñadores 10 días para crear algo que, si bien no sustituyera a sus desfiles en los que presentarían sus colecciones, sí mostrara quiénes eran o qué representaban sus sellos o marcas.

El proyecto de María fue sobre cómo vestir a una muñeca.

Su propuesta no es un discurso propio, sino uno de diversidad, dice en entrevista con La Jornada.

Se refiere al del encuentro con el objeto de deseo para un niño, con el que se le prohíbe jugar: una muñeca.

Pero también “está el encuentro de una niña con esa muñeca, que representa la silueta femenina, la que puede ser vestida con nuestras ideas, las que vislumbramos. Una muñeca, hay que recordar, significa el artificio máximo de una representación de indumentaria, la celebración de la vestimenta en miniatura, la que nos da el poder de soñar dentro de nuestras mentes infantiles.

“La narrativa de esta colección –argumenta, fue efímera para el video– también hace guiños al teatro guiñol y de títeres, a los procesos improvisados pero bien logrados que el papel, el plástico o las tintas pueden dar frente a las manos de los creadores. Las siluetas acartonadas e hiperbólicas también están presentes... Lo que más me gusta es la nostalgia, pero también el hoy. Yo decía que la belleza de lo antiguo nunca podría competir con el futuro, pero ahora veo que se tienen que conocer, unir, como el arte y la ciencia.”

Abunda: ¿Cómo vestir a una muñeca? Es una pregunta que responde a un formato de estilo tutorial para YouTube. Entre poética e instructiva, esta colección surge en una escena que nunca imaginamos; el mundo y lo que era la vida en estos tiempos no serán igual.

María se trasladó a su Paracho de la infancia; ahí le agarró la cuarentena y es donde ha podido reflexionar sobre lo importante que es para ella la industria de la moda, pero más, lo que sucede en el mundo.

Reconoce que la escena de lo comercial de la moda se está tambaleando y lo único que nos queda es el ingenio para crear algo que haga vibrar, sentir; crear una moda que se confeccione con la materia prima intangible, que luego tendrá que hacerse física. Es tratar de ser fieles a nuestros procesos creativos. Hacer algo que cuando salgamos marque un antes y un después.

María Ponce piensa que luego de esta pandemia habrá una reconfiguración en formatos, porque no sabemos qué pasará con las tiendas. Cuando la gente salga, dudo que tenga ánimo de comprar una pieza. Y aunque no se conozca lo que hay detrás de la creación de una prenda, estas propuestas nuevas ayudarán a democratizar el conocimiento respecto de la moda. Sobre qué es esta industria, que siento será más humana, sin poses, más auténtica y sin tanto glamur... más masiva.

Cambian formatos

Agrega: Los formatos que conocíamos respecto de la industria de la moda han cambiado y la ventana digital será nuestro mayor escaparate. Ahora los diseñadores se mostrarán más íntimos que nunca; la moda responderá más a un discurso artístico que a uno comercial. Nuestras mentes se transforman en audiovisuales, llevarán mensajes a grandes velocidades. Y no sólo para el espectador es bueno este pluralismo, incluso, en el momento de la selección de los diseñadores para el cartel en el que puedes ver a Benito Santos o a Kris Goyri junto con incipientes, como yo. Esto es algo que me hace sentir que vamos por buen camino.

La creadora, que por cierto ya es inspiración para otros universitarios que desean dedicarse a esto, dice que si te pones como un ente creativo inalcanzable en un pedestal, que es algo que respeto, al final no tendrás un alcance humano, social o íntimo.

En cuanto a democratización, ella se refiere a que la moda “debe ser como la política: además de influyente, incluyente, porque si se queda en lo primero es una burbuja que no tendrá mayor alcance. El tema de incluir va más allá de un aspecto monetario, es un asunto de cultura y educación.

En nuestro caso, he ahondado en un espacio importante para mí, donde comenzó todo, donde vi por primera la ráfaga del momento cuando se termina de secar la pintura de lo que construiste; hoy en este mismo lugar hemos creado junto a talentos locales de mi comunidad de origen un mensaje, esperando que no sea el último. El equipo ha creado y ha trabajado con cariño a su pasión, analizando que en esta ocasión es diferente, es sumar en medio de la incertidumbre, pero aún con la bandera en alto de que el arte y la moda bien pueden cambiar o, mejor dicho, disipar los momentos de miedo. He vuelto a ser niña por unas horas, construyendo sin planear, el tiempo no fue tan importante, colaboramos de manera remota y eso es lo mágico de la distancia y su resolución.

Graduada de la escuela Centro, María Ponce presentó en 2018 la colección Gabinete de Curiosidades Naturales en la Graduate Fashion Week, de Londres, plataforma que reúne a más de 200 universidades del orbe. Allí exhibió parte de su esencia: piezas maximalistas y artesanales que rinden homenaje a la belleza de lo antiguo, de lo botánico y lo curioso.

Adelanta que su próxima colección será sobre el campo de las tradiciones de la brujería en su localidad.