Sábado 18 de abril de 2020, p. 31
La crisis económica generada por el Covid-19 llevó a Mariana Peña a cambiar la comercialización de productos lácteos que distribuía a través de Quesos Cuenca en restaurantes de la capital y otros estados de la República a su venta directa.
La gerente general de esa empresa ahora reparte su producto para que las personas que dependen de este negocio familiar continúen con algunos ingresos.
En los refrigeradores almacenaron los lácteos producidos que ya pudieron entregar para su venta ante el aislamiento social que se mantiene desde hace ya más de tres semanas.
Mariana platicó que apenas alcanzan a vender 10 por ciento de la producción total que comercializaban antes de la emergencia. El promedio diario de pedidos es de 10 y sólo se puede ofrecer si el consumo es de un mínimo de 150 pesos, por lo cual también modificó los días de entrega a sólo lunes, miércoles y jueves.
Con los ingresos de estas tres semanas, hasta el momento sólo han logrado mantener el pago de salarios. Además, algunos restaurantes que se vieron obligados a cerrar lo hicieron sin liquidar sus deudas y en este momento, ante la crisis económica, no tienen claro cuándo le podrá cobrar.
Además de realizar diferentes actividades, Mariana toma los pedidos y ya planea una estrategia de venta para salir adelante porque hay 20 familias detrás de ella que dependen de ese ingreso y teme no resistan si las ventas no aumentan.
Quesos Cuenca es una empresa pequeña que se dedica a la elaboración de lácteos y lo hace desde el cuidado de las vacas, la pasteurización y hasta la venta de productos.
En la cadena económica, señaló esta emprendedora, intervienen desde ganaderos y agricultores hasta comercializadores que por la crisis deberán cambiar su forma de trabajar; por lo pronto los quesos se harán de forma manual.