Opinión
Ver día anteriorMiércoles 15 de abril de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Virus de dos patas
L

os infectólogos llaman agente biológico patógeno (virus) al microorganismo capaz de producir enfermedad o daño a la biología de un huésped, sea animal o vegetal. Hay varios. El más tenaz y destructivo se llama V2P (virus de dos patas), un enemigo mortal del cerebro humano.

Por ejemplo, los asesinos de los doctores Emeterio Ceballos, Gerardo Urquiza Martínez y el anestesiólogo Jesús Vidaña Marrufo, médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), acribillados el viernes pasado en la comunidad de Tilzapotla (Puente de Ixtla, Morelos), padecían el V2P. Así como los choferes de la empresa Pullman de Morelos, que se niegan a transportar a las enfermeras del IMSS.

Se estima que el V2P brotó en el siglo XIII, cuando la Iglesia cristiana, en disputa con el Islam, bloqueó el desarrollo de la medicina occidental. “Bajo pena de excomunión –dijo el papa Inocencio III– queda prohibido a cualquier médico curar a un enfermo si este último no se ha confesado previamente. Porque la enfermedad proviene del pecado” (Concilio de Letrán, 1215).

Así, 800 años después, algunos patriarcas que padecen el VP2 aseguran que la pandemia del Covid-19 sería un grito de Dios a la humanidad ante el desorden social, la violencia, la corrupción, la eutanasia y la homosexualidad (monseñor Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, 22/3/20).

Una creencia compartida por otro enfermo con el V2P, el rabino Yaakov Litzman, ministro de Salud del enclave terrorista llamado Israel. Acusado de violar el distanciamiento social promovido por su propio ministerio, Litzman y su esposa contrajeron el Covid-19, que el ministro atribuyó a la homosexualidad ( Forbes, 7/4/20). Y como resultado de un contacto reciente con Litzman, Benjamin Netanyahu y otros altos funcionarios se vieron obligados a aislarse.

No todos piensan igual que monseñor Castro o el rabino Litzman. En Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, lideró la conmemoración católica de la Semana Santa. Y desde la Catedral de Managua, completamente vacía, dijo en una misa a puertas cerradas: Cristo es la esperanza, ha venido para que tengamos vida, no ha venido a promover la muerte, ha venido a destruir la muerte.

Sin embargo, el presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo (quienes desde hace años padecen el V2P), promovieron la alegría revolucionaria sandinista, con actividades que llamaron a la aglomeración en abierto desafío a la pandemia. Por consiguiente, el Summer Music Fest 2020 fue un éxito total, con certámenes que requerían que los competidores juntaran sus cuerpos y tocaran con sus bocas un mismo objeto de manera simultánea. Sería interesante que el Foro de Sao Paulo, y otros espacios que aseguran defender a la humanidad, emitan una declaración sobre el asunto. No hay que tener miedo a los V2P.

Volvamos a México, donde otro infectado por el V2P, cuestionó al presidente Andrés Manuel López Obrador la idea de traer médicos cubanos especializados en terapia intensiva. Se trata (¡uf!) del hijo de Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa (1921-97), uno de los cancilleres más dignos de México.

Con furia propia de converso, Jorgito advirtió en el tóxico portal sionista Infobae (7/4): No todos los médicos son espías, pero muchos de los espías son médicos, y esto es algo que se sabe muy bien, porque las misiones médicas cubanas en el extranjero tienen una larga historia.

Jorgito tiene mucha razón. Por donde aparecen, los médicos cubanos han recogido vivas, aplausos, homenajes y eterno agradecimiento por su coraje y solidaridad. Y en cuanto a lo otro, también.

Los médicos espías de la isla llevan 60 años espiando en sus microscopios el virus de la fiebre porcina africana, la plaga de la roya, el moho azul del tabaco, el dengue hemorrágico, la conjuntivitis hemorrágica, la disentería , la seudodermatosis modular bovina, la mamilitis ulcerativa en las vacas, la sigatoka negra del plátano, el pulgón negro que ataca a los cítricos, la enfermedad hemorrágica del conejo, la broca del café, la varroasis de la abeja, la enfermedad ulcerativa de la trucha, el ácaro del arroz y la plaga trips que afecta a la papa, el frijol pimiento, el pepino y la calabaza.

Por eso, el gobierno de Jair Bolsonaro (quien a más del V2P, porta el Covid-19 y el virus del ántrax) se prepara para recontratar a los médicos cubanos, tras romper en 2018 el acuerdo de cooperación con La Habana. El gran líder los había acusado de formar núcleos de guerrilla. Y ahora prevé su readmisión, sin exigirles la llamada reválida, o prueba que permite la homologación de los diplomas obtenidos en el extranjero.