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Pandemia
La ruta Covid en un hospital de la Ciudad de México
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de abril de 2020, p. 7

Los letreros –fólders pegados con cinta adhesiva que señalan un camino– son la única señal, afuera, de que algo ha cambiado: Ruta Covid, dicen las palabras seguidas de una flecha. Donde la flecha se hace curva está la entrada para los pacientes que sospechan estar contagiados. Frente a esa puerta no hay nadie. Todos los familiares están frente a otra puerta que se abre de cuando en cuando: ¡Familiares de Fulanito de Tal!, grita el médico que, para tal efecto, se ha levantado el cubrebocas.

Alguien se separa de un muégano familiar –la sana distancia no alcanza a quienes se duelen de su paciente hospitalizado– y se pierde detrás de la puerta.

La escena sería normal en los alrededores del hospital general de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social, frente al Parque de los Venados. Es decir, autos estacionados incluso en doble fila, ojos de angustia, charlas en voz alta que revelan el motivo de cada cual e incluso vendedores ambulantes que tienen aquí, siempre, clientela cautiva: ¡Café, pan, café, pan!, grita uno que llega en bicicleta y comienza a vender de inmediato.

Dentro del hospital, la ruta Covid se transforma en áreas especiales para los eventuales portadores del coronavirus. Tienen una zona separada con enormes plásticos, y detrás de ella todos los que ves están vestidos de astronautas, dice el sobrino de una señora que llegó con fuertes migrañas.

Afuera esperan unas 50 personas. Sólo un tercio de ellas trae tapabocas, pero sobran los banquitos para la espera y la bolsa de basura está desbordada.

Proteger a un paciente

Hablan ahí los familiares de un paciente que hace unos meses recibió un nuevo riñón y con varios factores de riesgo en la pandemia: inmunosupresores, diabetes, etcétera. El subdirector del hospital los convenció recientemente de dejar al paciente internado unos días, hasta estabilizarlo, pues la llegada de personas contagiadas les metió miedo.

El doctor Romero, subdirector del hospital, nos trató muy bien. Cambiaron a nuestro paciente de lugar y ya estamos más tranquilos.

En sus cuentas, no hay problema si su familiar se queda en el hospital unos tres días más, pero no quieren estar aquí cuando llegue la fase 3.

Hoy, todavía en la fase 2 y según la información de Zoé Robledo, titular del IMSS, esta institución está en condiciones de atender casos de coronavirus en 120 hospitales reconvertidos en todo el territorio nacional. En unos días, una vez declarada la fase 3 se sumarán seis nosocomios sin inaugurar.

La calma de viernes santo, mezclada con pandemia, no lo sugiere, pero entonces muchos más ojos habrán atendido estos letreros garabateados en la pared: Ruta Covid.