‘‘La emergencia llama a la esperanza’’, eje del video Arte en cuarentena
Viernes 3 de abril de 2020, p. 3
En el video Art in quarentine (Arte en cuarentena) una serie de personajes salidos de archiconocidas pinturas portan sus respectivos cubrebocas. Por ejemplo, tanto la jovencita (la ninfa Dafne) que se defiende ante la embestida de Eros, como el pequeño dios, plasmados en el cuadro de William Adolphe Bouguereau, tienen esa protección. También la lechera en el lienzo de Johannes Vermeer y Judith en la pintura relativa a la cabeza de Holofernes, de Gustav Klimt.
Son obras de arte del dominio público que han sido intervenidas digitalmente por la plataforma ojolo.com.mx, que subió Art en quarentine en YouTube. Difundido el 29 de marzo, una breve introducción señala: ‘‘La emergencia llama a la esperanza. El Covid-19 revela lo mejor y lo peor en cada uno de nosotros. Este modesto video es la forma en que ojolo contribuye a encender una luz o, por lo menos, provocar una sonrisa ante cada ojo, en su apelación al poder del arte y su belleza”.
Dedicado a ‘‘las víctimas del Covid-19, sus seres queridos y todas las personas cuyo trabajo consiste en salvar vidas en este preciso momento”, ese video comienza con un repaso de miradas en las que sólo se ven los ojos, tomadas de pinturas de diferentes periodos.
Mirada de Frida Kahlo
Destacan la mirada dura e inquietante de Frida Kahlo y aquella seductora de Marilyn Monroe, reproducida por Andy Warhol. Una inscripción nos recuerda que ‘‘aún hay mucho que ver”.
La mayoría de las miradas provienen de caras femeninas. Una nueva leyenda informa: ‘‘El arte estará a la espera de tu vistazo. Así que, quédate en casa”.
Las pinturas intervenidas son de artistas famosos, como El Greco, John Singer Sargent, Diego Velázquez, Egon Schiele, Auguste Dominique Ingres, Paul Cezanne, Piero della Francesca, Caravaggio, Leonardo da Vinci, Amedeo Modigliani, Rembrandt, Edouard Manet, Bartolomé Esteban Murillo, Vincent van Gogh y Rafael.
El video, dirigido y editado por Abel García, es musicalizado con El éxodo, de Sappheiros. La producción es de ojolo.