La oportunidad de representar a México en un encuentro internacional amateur de futbol americano femenil se convirtió en un viaje de logros y tormentos por el Covid-19. Una delegación de 55 jugadoras y entrenadores del equipo Guerreras Jaguar se quedó varado en Honduras tras participar en el Americas Women’s Bowl, donde terminaron en segundo lugar.

Desde que llegamos nos advirtieron que por la pandemia del coronavirus se podrían cerrar las fronteras con El Salvador, que sería la ruta que tomarían para regresar a México. Pese a la angustia salimos a jugar, pero al cancelarse el evento fue complicado encontrar una vía para regresar a territorio mexicano, narró la futbolista Rebeca Velasco.

Las Guerreras Jaguar, equipo conformado por jugadoras de varios lugares de México que fueron elegidas en un selectivo abierto, pagaron cada una 15 mil pesos por los traslados a Honduras e incluso para conseguir fondos se organizaron para vender artículos e hicieron rifas.

En el torneo, las mexicanas sorprendieron al enfrentar a Estados Unidos en un reñido partido que terminó con marcador 16-12 a favor de las estadunidenses. Después vencieron 26-0 al anfitrión Honduras, pero antes del duelo frente a Costa Rica llegó la desbandada por el temor al cierre de fronteras y algunas jugadoras decidieron pagar otro boleto de avión de 15 mil pesos y regresar de inmediato a México.

Un grupo se quedó a jugar y ganamos 36-0 para alcanzar el segundo lugar (que se decidió por la tabla general), pero fue cuando llegaron las complicaciones. Al no poder salir de Honduras, pedimos ayuda al consulado mexicano, pero nos dijeron que sería casi imposible que las autoridades salvadoreñas abrieran las fronteras para que pudiéramos tomar el avión que teníamos programado de regreso a México.

El consulado les ofreció apoyo para vigilar un regreso por vía terrestre. Teníamos miedo por la inseguridad, sabemos que en esa zona hay grupos delictivos que suelen asaltar en la noche, pero tomamos el camión. Pasamos por Guatemala, donde un mexicano que era dueño de un hotel nos dio hospedaje por una noche para que siguiéramos el recorrido y logramos llegar en la noche del miércoles a Chiapas.

Ante el temor de viajar por las carreteras de Centroamérica, otro grupo de 17 jugadoras optó por quedarse en Honduras, donde se mantienen a la espera de que se abran las fronteras al tiempo de que el país se encuentra bajo un toque de queda por el nuevo coronavirus.

Están intentado llevar el encierro lo mejor posible, el gobierno les está ayudando con agua y víveres, además de que también están atrapadas los selectivos de Estados Unidos y Costa Rica, dijo Velasco.

Mas allá de la inesperada travesía, la jugadora lamentó que se haya cancelado el certamen previo a la final que disputarían con Estados Unidos, al señalar que este torneo serviría de escaparate para que la federación viera talentos cuando está en puerta el mundial de la especialidad.