Apenas está empezando, pero no hay duda: Esto se va a poner peor y el turismo se va a caer, afirmó Fernando Contreras, agente de viajes con más de 20 años de experiencia, quien todas las mañanas acude a ofrecer sus servicios a la zona aledaña a la Catedral Metropolitana, donde ha comenzado a resentir la ausencia de turistas por la pandemia del Covid-19.

Contó que habitualmente, en vísperas del equinoccio de primavera, una de las temporadas más fuertes del año, se envían camionetas a las pirámides de Teotihuacán con 20 turistas, pero ahorita se están yendo, a lo mucho, con cuatro. Y van a cerrar para evitar aglomeraciones.

Lo mismo ocurre con el servicio de Turibús, cuyas unidades salen prácticamente vacías. Erick Reyes, uno de los encargados de la estación del Centro Histórico, refirió que desde la semana pasada comenzaron a disminuir los paseantes. De cien boletos que, en promedio, se venden diario por despachador, bajó a 10, refirió, al señalar que tampoco ha ayudado el cierre del acuario, museos y hasta el centro cultural Los Pinos.

La baja afluencia de turistas también ha impactado a la industria hotelera, cuya ocupación cayó 10 puntos del miércoles al jueves, para ubicarse en 18 por ciento, con pérdidas diarias de 50 millones de pesos, aseguró el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Rafael García.

Apuntó que desde la semana pasada las cancelaciones se han dado en cascada, ha habido cero reservaciones y el panorama apunta a que va a continuar desplomándose, por lo que es urgente el apoyo del gobierno para evitar despidos de personal o supresión de fuentes de trabajo.

En el comercio establecido las cosas no están mejor, pues si bien en el Centro Histórico los negocios se mantienen abiertos, ha bajado de manera considerable la clientela, pero no se prevé su cierre, de acuerdo con empleados consultados.

En algunos casos han comenzado a aplicar medidas para prevenir riesgos de contagio, como en las cafeterías Cielito Querido, donde las instrucciones a los empleados es que sólo se vendan productos para llevar, mientras los restaurantes Toks han reducido 50 por ciento su capacidad para garantizar la sana distancia entre los comensales.

Mercados públicos y tianguis permanecerán abiertos para garantizar la existencia de artículos de primera necesidad, pero deberán seguir 15 recomendaciones sanitarias emitidas por la Secretaría de Desarrollo Económico.