Hermosillo, Son., Cinco académicos de la Universidad de Sonora (Unison), fundadores de la Escuela de Medicina de la institución, presentaron sus renuncias ante la vicerrectoría en respuesta a acusaciones de hostigamiento por parte de sus alumnas en un tendedero del acoso.

Como parte de las actividades por el Día Internacional de la Mujer, cientos de alumnas de medicina se organizaron a través de WhatsApp para instalar el tendedero en la explanada de su facultad, en el cual expusieron de manera anónima situaciones de hostigamiento y expresiones misóginos de sus profesores.

En respuesta, al menos 20 catedráticos señalados fueron convocados a una reunión en la Unidad de Regional Centro de la Unison por la vicerrectora, Martha Rita Plancarte Martínez, quien, acompañada de dos abogadas, dio lectura al protocolo de violencia de género aplicado en esa casa de estudios, como ultimátum contra los presuntos acosos en contra de las estudiantes.

Francisco Javier Tapia Lucero, médico investigador de la Unison, dio a conocer que los 15 maestros acusados que no dimitieron se organizan para presentar una renuncia colectiva, en la cual expresarán su indignación ante los señalamientos anónimos que se expusieron en la Escuela de Medicina y en medios de comunicación que, aseguraron, afectaron su prestigio como médicos y docentes.

En un videomensaje, Tapia Lucero, ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora, consideró que la violencia de género da a las mujeres una sobredosis de poder y que las jóvenes acusadoras actuaron como terroristas.

¿Cuándo han dado a conocer la normatividad para prevenir la violencia de género, tanto de los hombres como de las mujeres? No lo hacen y quieren abusar, intimidar ahora con esta reunión intimidante, llena de feminismo verbal, imperativo, empoderadas en contra de los médicos, ¿qué va pasar? ¿Qué hicieron? Despertaron nada más el coraje de los médicos y se plantearon una renuncia en bloque, colectiva, por andar solapando a terroristas que, escudadas en el anonimato falsamente entendido, están destruyendo a la Facultad de Medicina, afirmó.

Añadió que antes de hacer una denuncia pública e irresponsable, las alumnas debieron acercarse a la Comisión de Derechos Universitarios o a una de las cuatro asociaciones de estudiantes de la Unison.