La suspensión por tiempo indefinido del futbol mexicano, solicitada por las autoridades de salud para tratar de contener la propagación del coronavirus en el país, abre varias interrogantes. Hasta el lunes por la noche, México tenía confirmados 82 casos de Covid-19.

La última vez que el campeonato se suspendió por causas ajenas al deporte fue después del sismo de septiembre de 2017, cuando fueron postergados los compromisos de la fecha 10 del torneo Apertura.

Durante las jornadas 15, 16 y 17 del Clausura 2009, disputadas en abril y mayo de ese año, los encuentros de la liga se llevaron a cabo sin aficionados ante la amenaza de la influenza A-H1N1, pero los juegos no se pospusieron ni se puso en pausa el campeonato.

Por ahora, cada club ha tomado medidas diferentes. Por ejemplo, el América dio cuatro días libres a sus jugadores luego de perder ante Cruz Azul el domingo por la noche, pero el equipo de Chivas se reportó el lunes para hacer pruebas médicas y de ahí tomará una decisión sobre si es conveniente regresar a los entrenamientos, de acuerdo con el propietario, Amaury Vergara. Las prácticas se realizaron ayer sin inconvenientes, aunque se sabe que hay cinco casos confirmados de influenza entre los jugadores.

Ningún equipo permitirá el acceso de los reporteros a las prácticas, como una medida para aislar a los jugadores de posibles contagios.

Pumas de la UNAM, por su parte, informó que todas las categorías del club detendrán los entrenamientos hasta nuevo aviso.

Más específico en sus planes fue Tigres de la UANL, que no sólo suspendió entrenamientos, sino que tiene un programa de observación a los jugadores tras participar en la Concachampions en Estados Unidos.

El único que acudió a las instalaciones de Tigres fue Jürgen Damm, quien no sabía que el club había suspendido las prácticas.

Todos los elementos del equipo seguirán en sus hogares un plan para mantenerse en forma. Además de que se les indicó que deben guardar las normas de una cuarentena, como evitar lugares públicos.

La pausa también trastoca los planes de la selección, cuyo técnico, Gerardo Martino, tenía previsto tener la próxima semana la segunda concentración del año para los amistosos ante Grecia y República Checa, que ya fueron cancelados. El Tri no tiene compromisos oficiales hasta septiembre, con el inicio de las eliminatorias mundialistas.

El torneo Clausura apenas pasó su punto medio y tiene a Cruz Azul como líder indiscutible con seis triunfos consecutivos. De momento, es prematuro abordar posibles fórmulas de definición del campeón.

Si la pausa se prolonga por varias semanas, es indudable que será el Cruz Azul, que está desplegando su mejor futbol en años. Sus seis victorias consecutivas lo hacen soñar con romper una sequía de títulos que data del torneo Invierno 1997. También aspira a conseguir un doblete, con el cetro de la Liga de Campeones de la Concacaf, que también fue suspendida. Chivas, con tres triunfos en fila, empezaba a justificar las altas expectativas que generaron sus fichajes de invierno.

América tiene tres partidos sin ganar y varios elementos lesionados, si bien ninguno tenía programado reintegrarse este semestre. Quizá el club que más provecho pueda sacarle a la pausa forzada es el campeón Monterrey, que a pesar de tener la plantilla más costosa en México es el único sin ganar luego de 10 fechas, por lo que apretar el botón de reiniciar podría ser lo mejor para los pupilos del argentino Antonio Mohamed.