La presentación de Brujas, de Brenda Lozano, fue un conjuro colectivo que reunió a nueve mujeres frente al público para contar a sus brujas preferidas y el valor del libro que las convocó la noche de este miércoles en Casa Tomada.

La directora de cine Alejandra Márquez, las escritoras Ytzel Maya, Gina Jaramillo y Elvira Liceaga, la chef Gabriela Cámara, la poeta Jimena González, la actriz Johanna Murillo y la cantante Julieta Venegas invocaron con su lectura a mujeres poderosas como Gioconda Belli, Angela Davis, Marie Laveau y las tres brujas de Macbeth.

Brenda Lozano, en conversación con la también escritora Gabriela Jáuregui, mencionó que en el origen de su novela se hizo muchas preguntas y las respondió desde la ficción. Además, integró elementos como la naturaleza, la noche y el agua.

“La figura doble es importantísima. Las historias me vienen dobles, dobles personajes. Mientras Feliciana es esta híper curandera que hace lo que nadie –tiene un superpoder–, está Paloma, que es su doble opuesto. Echa desmadre, es muxe, le encanta la noche, coger y los hombres. Zoé es convencional; su hermana es un desastre.”

Añadió que la escritura, ese espacio creativo, fue esencial para mí. Donde puedes cambiar la velocidad e imaginar cómo es ese lugar, cómo es esa vida, que todas las comparaciones son con la naturaleza. Estar en ese sitio para mí fue un juego. Cada quien encuentra en sus lugares de trabajo la mejor forma para pasar la vida, que es brutal y cada vez más cruel.

La audiencia, sobre todo femenina, abarrotó el recinto mucho antes de la hora programada para el inicio. Durante la charla reconoció con aplausos y gritos su conexión con la autora y el resto del presídium.

La cantante y compositora Julieta Venegas fue la encargada de leer fragmentos de Brujas y cantó una composición que dice: mis muertas me acompañarán. Además, destacó que la novela busca otras energías que no tienen que ver con lo concreto real. Se mueve ahí todo el tiempo. Son voces superbonitas e inolvidables.

Agregó: “Entiendo la riqueza en las voces diferentes. Tiene un monto de voces superfuertes, además, supermusicales. Está Feliciana, la curandera, están Zoé y su hermana, está la mamá, una feminista. Entiendo por qué le puso Brujas, y por qué esta forma de juntarnos a todas a través de las mujeres que queremos”.

Gabriela Jáuregui concluyó: invocamos a nuestras brujas, a nuestras muertas, a nuestras vivas, nuestras madres, hermanas e hijas; a las desobedientes, las activistas, las artistas, todas brujas que son parte de nuestro linaje. Lo que acaba de suceder fue una invocación a todas estas brujas que nos acompañan.