Para reducir emisiones que ocasionan el cambio climático y afectan la calidad del aire, el gobierno buscará aplicar medidas a transporte, ingenios azucareros, uso de combustibles domésticos y producción de ladrillos artesanales. Con esto se espera bajar 53 por ciento las emisiones de carbono negro para 2030.

El reporte Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático, elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, plantea lo anterior y enumera las medidas para atacar esas dos problemáticas, además de las disposiciones establecidas para reducir las emisiones de bióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero que ocasiona el calentamiento global.

Las metas de reducción de todos estos contaminantes en el país fueron presentadas en el Acuerdo de París, como parte de las Contribuciones Nacionales Determinadas, cuyo carácter es voluntario. El reporte precisa que la contaminación del aire y el cambio climático están estrechamente relacionados por fuentes comunes de emisión de gases y compuestos de efecto invernadero que contribuyen al forzamiento de las radiaciones globales.

Las fuentes de emisión de bióxido de carbono, derivadas de la quema de combustibles fósiles, que en su gran mayoría son ineficientes, no sólo son las principales impulsoras del cambio climático, sino también las primordiales fuentes de contaminantes del aire y afectan a la población; de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tan sólo en 2016 ocasionaron 4.2 millones de muertes prematuras.

El reporte explica que el carbono negro forma parte de las partículas finas, que producen el mayor daño a las personas. También, agrega, el metano es precursor del ozono, contaminante que aumenta los cuadros de asma y otras enfermedades respiratorias. México estableció el objetivo de reducir las emisiones de carbono negro en 51 por ciento, pero en conjunto con el resto de los gases de efecto invernadero su meta de mitigación es de 22 por ciento a 2030.

Para reducirlas, hay estrategias en sectores como los ingenios azucareros, transporte, cocción residencial y ladrillero artesanal. La aplicación de medidas puede disminuir las emisiones de carbono negro en 53 por ciento para 2030, en comparación con un escenario a la línea base, y por lo tanto lograría el compromiso del país de bajar 51 por ciento para dicho año.