Atlas llegó a cuatro derrotas consecutivas de la mano de Rafael Puente del Río, quien extendió su racha personal a 11 descalabros al hilo, luego de caer 1-0 ante Santos, que saltó a los puestos de liguilla. Los Guerreros llegaron al sexto puesto con 14 unidades, mientras que los Zorros siguen en el penúltimo puesto con seis puntos.

En un duelo de clubes del grupo Orlegi, las emociones fueron escasas y el plantel de Santos se llevó el triunfo con un penal que cobró Julio Furch al minuto 45+3.

Los Guerreros saltaron acelerados al estadio TSM y fueron los primeros en desatar la tensión. Fernando Gorriarán se filtró por el costado derecho y mandó un centro pero Julio Furch no alcanzó a cerrar la jugada.

El timonel de Santos, Jorge Almada, tuvo que modificar su esquema defensivo, luego de que Félix Torres y Matheus Doria sufrieron un choque que provocó una lesión en la nariz del jugador brasileño y lo obligó a abandonar el encuentro. En su lugar ingresó Diego Valdés.

El duelo bajó de ritmo y se mantuvo trabado en casi toda la primera parte. Aunque ambos peleaban por llegar a la meta, les era complicado pasar de la media cancha mientras el nerviosismo invadía a los estrategas.

Cerca del descanso, llegó la polémica y la oportunidad del gol cuando Ismael Govea jaloneó a Félix Torres y le regaló un penal a los locales. Julio Furch cobró la pena máxima con un disparo que fue atajado por el arquero Camilo Vargas, pero en el rebote, el delantero de Santos remató para mandar el balón a las redes.

Mientras Julio Furch y la afición de Santos festejaban con clamor el tanto, Rafael Puente del Río, entrenador de los rojinegros, se quedaba pasmado en el área técnica con un gesto de desasosiego, el dolor de otro descalabro lo perseguía.

Apenas comenzaba el complemento y los Zorros ya se veían acechados. Carlos Orrantia puso en peligro la meta de los visitantes con un disparo que fue detenido por Camilo Vargas y más tarde lanzó un cabezazo que se fue por arriba del arco.

Los Guerreros se mantuvieron con el control en el duelo ante un Atlas que sólo lograba tener el balón por unos instantes sin poder acercarse al área rival. Los minutos pasaban y la presión golpeaba cada vez más a Rafael Puente del Río.

En contraste, Santos se mostraba tranquilo en la cancha y en pocas ocasiones buscó las redes con ataques de Brian Lozano, pero la defensa rojinegra evitó que el marcador en contra fuera más abultado.