Cozumel, QR., Los turistas del crucero MSC Meraviglia desembarcaron, tras comprobarse que a bordo no viajaba ninguna persona infectada de coronavirus, y pasaron el día en Cozumel. A las 22 horas continuaron su itinerario rumbo a las Bahamas.

Richard E. Sasso, ejecutivo de la empresa MSC Cruceros, agradeció a las autoridades mexicanas por las facilidades que brindaron a sus pasajeros para descender, a diferencia de Jamaica e Islas Caimán, donde, a pesar de que ya sabían que se trataba de influenza tipo A no les permitieron el descenso.

Desde las 24 horas del jueves, la compañía informó que las autoridades sanitarias mexicanas le confirmaron que las dos personas sospechosas de portar el coronavirus sólo tenían gripe estacional.

En consecuencia, el barco fue autorizado para el desembarco. A esa hora de la noche había fiesta en la embarcación, según se escuchaba hasta el muelle. Las puertas de la enorme embarcación se abrieron y empezaron los preparativos, pero fue hasta las 9 de la mañana del viernes, luego de desayunar, cuando empezó el descenso masivo.

Algunos pasajeros dijeron que siempre estuvieron bien atendidos por el personal de la empresa, incluso, en recompensa se les ofreció el rembolso del costo del viaje, 25 por ciento de descuento en su próxima travesía y les otorgaron Internet y servicio telefónico gratis por un día.

Otros turistas se alteraron y discutieron. Personal de la embarcación subió el volumen del piano para atenuar la confrontación, pero cuando empezaba a salir de control optaron por rociar gas pimienta, relataron algunos visitantes.

Comentaron que el siguiente punto era Bahamas, pero ante las condiciones climáticas adversas en esa isla, privilegiaron quedarse en Cozumel y disfrutar del día soleado.

Acompañado del presidente municipal, Pedro Delbouis, y representantes del gobierno estatal, el empresario Richard E. Sasso, lamentó la crisis a bordo, pero indicó que estuvieron bien atendidos.

Agregó que su empresa hará anuncios de inversión en Quintana Roo en poco tiempo, pero matizó que los asuntos en esa materia tardan hasta tres años en estudios.