Evalúan 66 iniciativas federales
Documenta el consejo falta de coordinación en la entrega de subsidios y carencia de metas de salud
Jueves 27 de febrero de 2020, p. 32
Durante 2018, en el cumplimiento del derecho a la alimentación faltó coordinación entre las instancias que llevaron estos programas y la política nacional estuvo fragmentada en distintas estrategias, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Indicó que hubo 33 programas y acciones federales y 33 estrategias relacionadas con el derecho a la alimentación.
En la Evaluación integral de los programas federales vinculados al derecho a la alimentación nutritiva y de calidad 2018-2019, el Coneval analizó la oferta de programas a escala federal en relación con este derecho y encontró que la mayoría se dirigen a mitigar el problema de la inseguridad alimentaria mediante acceso físico y económico a los productos comestibles, pero no a atender retos como la anemia, la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad.
Destacó que aún hay grupos con alta prevalencia de anemia que no son focalizados por los programas, como las mujeres en edad fértil o adultos mayores, lo que muestra la necesidad de estudiar, complementar y modificar las acciones que se llevan a cabo con base en los resultados y la evidencia de los programas.
Agregó que ese año se encontró desarticulación entre los sistemas deinformación de los programas sociales, así como el poco uso de instrumentos que permiten la identificación de las poblaciones a quien van dirigidos, los apoyos que reciben y bajo cuál esquema son beneficiarios, lo que dificulta la planeación conjunta y la acción coordinada. Explicó que la persistencia de la inseguridad alimentaria y nutricional, a pesar de los esfuerzos realizados en la materia, es la falta de coordinación entre las instancias que diseñan y ponen en marcha los programas. Ante ello, señaló que los retos son reducir las diferentes manifestaciones de desnutrición y anemia, con especial énfasis en la población infantil rural y de hogares en la población de bajos recursos, adultos mayores, así como en mujeres en edad reproductiva y embarazadas.
Otro reto es disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad en toda la población con atención especial a la infantil. Indicó que en 2018 se identificaron ocho programas que utilizaban como principales mecanismos para la atención del problema la orientación nutricional, identificación de sobrepeso y obesidad mediante la medición del peso y la talla, así como la detección y atención de la hipertensión arterial y la diabetes.
Recordó que, durante 2019, se eliminaron Prospera y Estancias Infantiles, esquemas relevantes para la atención del reto, lo que dificulta el seguimiento de resultados de los programas y obstaculiza la identificación de buenas prácticas.
Agregó que también se debe garantizar el acceso a dietas adecuadas con énfasis en la población de menores ingresos y de comunidades rurales.