Las familias mexicanas consideran que los viajes son un incentivo para convivir, pero México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en donde más horas se trabaja al año.

Un reporte de la Secretaría de Turismo (Sectur), que sirvió como argumento para instaurar los actuales fines de semana largos, aseguraba que 90 por ciento de las personas piensan que en los viajes se convive con la familia.

Según las consideraciones para aprobar estos días de asueto en la Ley Federal del Trabajo, en 2005, los fines de semana largos brindan certeza a las familias mexicanas de que, independientemente del día de la semana en el cual se registre el encuentro cívico motivo del descanso obligatorio, podrán tener seguros tres días de descanso acumulados a tres fines de semana al año, y podrán planear la convivencia familiar, el descanso o la salida a cualquier destino turístico nacional o internacional.

El Diario de los Debates del 13 de diciembre de 2005 de la Cámara de Diputados, narra un estudio de la Sectur sobre la cultura de viajes de los mexicanos en esos años. Con base en una encuesta, la dependencia señaló que 67 por ciento de las personas entrevistadas afirma que acostumbran viajar con la familia y 13 por ciento lo hace con su cónyuge.

En ese año fueron aprobados los tres fines de semana largos del año, en febrero, marzo y noviembre. La actual administración buscará derogarlos como una acción para fortalecer la memoria histórica de los días cívicos y podría ajustar el calendario escolar para no perder los llamados puentes.