Por la disminución de cirugías y la carencia de insumos en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, es posible que también se reduzca la cantidad de alumnos en cursos de posgrado. De por sí son pocos... –dos a cuatro por área–, explicaron trabajadores.

La continuidad de la formación de recursos humanos en alguna de las subespecialidades, como terapia endovascular neurológica, neuroradiología, neuroanestesiología o neurooftalmología, depende de que mejore el abasto de medicamentos, material de curación y que los equipos funcionen, aunque los cursos deben iniciar el 1º de marzo.

Hace unos días, antes de una visita no anunciada que el jueves pasado hicieron los titulares de Salud, (Ssa), Jorge Alcocer; de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, y de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Gustavo Reyes Terán (La Jornada 7/2/2020), el director de Neurología, Miguel Ángel Celis, comentó a algunos trabajadores que la actividad hospitalaria se recuperará de manera progresiva hasta 70 por ciento y conforme se instaure el mecanismo de operación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en diciembre próximo.

En tanto, empleados destacaron que ese mensaje contrasta con la información oficial y la comentada por Reyes Terán, de que el presupuesto del instituto no ha sufrido mermas, sino que se autorizó una ampliación presupuestal de 90 millones de pesos.

Los médicos residentes también expresaron inconformidad por las irregularidades. El 28 de enero entregaron una carta a las autoridades del instituto, en la que plantearon varios temas; entre ellos, que no había estudios de tomografía ni de imagen molecular, indispensables para el diagnóstico de las enfermedades del sistema nervioso central.

Sobre la reducción en el número de cirugías, señalaron que además de aumentar el tiempo de espera para los pacientes, esto tiene un impacto negativo en su formación como especialistas.

En tanto, de la información obtenida por la SFP, se desprende que el contrato del instituto con la empresa Phoenix garantiza el abasto de 90 por ciento de las claves de medicinas y sobre todo, de material de curación. Por eso es absolutamente injustificable que haya carencias, señalaron funcionarios consultados sobre el tema.

Con base en la ley, para firmar dicho convenio comercial con vigencia de tres años –termina en noviembre de 2020–, las autoridades de Neurología tuvieron que asegurar suficiencia presupuestal.

Ésta es autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y en este caso implica el pago de más de 600 millones de pesos, es decir, alrededor de 200 millones por año. Hay un grupo de 60 claves de fármacos de alta especialidad, principalmente, que, de acuerdo con la información obtenida por la SFP, no se incluyeron en el contrato con Phoenix.

Por ello, la investigación de la dependencia revisará la forma como se adquieren estos productos y a qué costos.

Ayer, la Ssa reiteró que esta semana continuarán las visitas a los institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad, aunque se prevé que después de lo ocurrido en Neurología, donde el personal denunció diversas irregularidades en la prestación de los servicios, el resto de los establecimientos tendrán el cuidado de corregir las fallas.