Jerusalén. El embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, advirtió ayer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no empiece ningún proceso de anexión en territorio palestino ocupado sin consulta previa con Washington, ya que cualquier acción pondría en peligro el plan de paz y el reconocimiento de Estados Unidos.

Friedman recomendó al gobierno israelí que espere a las conclusiones del comité conjunto israelí-estadunidense, encargado de trazar las zonas en las que Israel podría actuar a su libre albedrío en virtud del plan de paz presentado por Estados Unidos, rechazado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El plan presentado por el presidente Donald Trump como el acuerdo del siglo señala a Jerusalén como la capital indivisible de Israel, que además retendría el control de las colonias judías y del valle del Jordán, mientras Palestina tendría su capital en una zona de Jerusalén Este ubicada fuera de la barrera de seguridad instalada por Israel.

Tras el lanzamiento de la iniciativa de paz estadunidense, las tensiones en la región se han disparado. Varios palestinos han muerto en enfrentamientos con las fuerzas israelíes en Cisjordania en los últimos días, donde también resultado heridos efectivos de seguridad israelíes.

La advertencia de Friedman llegó después de que el primer ministro israelí anunció que Israel estaba ya en el apogeo del proceso de cartografiado de la zona que se convertirá en parte del Estado de Israel. No vamos a tardar mucho, declaró Netanyahu.

También Friedman parece haber retrocedido en su postura inicial. El embajador, firme defensor de la política de anexiones israelíes en territorio ocupado, aseguró hace dos semanas que Israel no debería esperar para iniciar estas anexiones.

En tanto, el ejército israelí bloqueó las exportaciones agrícolas palestinas, en una nueva escalada de la disputa comercial iniciada hace un mes y mientras crece el temor a un repunte de la violencia.

Mientras, en Rabat, al grito de ¡Viva Palestina!, miles de personas se manifestaron ayer contra el plan del presidente estadunidense, Donald Trump, para resolver el conflicto y llamaron a boicotear los productos estadunidenses.