La etnia indígena pericú, que habita en Baja California Sur, podría desaparecer en pocos años si sus hablantes no reciben apoyo suficiente por parte de las autoridades y son reconocidos de manera oficial como parte de los pueblos originarios de México, señaló Héctor Manuel Benton.

El activista explicó que, además de la lucha por no desaparecer, los pericúes tienen un proyecto para sembrar cannabis para uso industrial en diversas tierras de comunidades tarahumaras que han sido dañadas por un gasoducto en el estado de Chihuahua.

Benton, quien se define como curandero, además de especialista en medicina herbolaria y homeopatía canábica, señaló que la etnia pericú se encuentra en riesgo de desaparecer, en gran medida por el hecho de que el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) no los reconoce como tales, lo que ha invisibilizado su cultura y su idioma, pero también sus necesidades.

Legalmente el INPI no tiene ningún registro de nosotros, por eso iniciamos un censo y levantamos registro de 153 familias, de entre 8 y 13 miembros cada una, que se reconocen con la lengua, la cultura y el arte de nosotros, las cuales habitan sobre todo en el área sur del estado, indicó Benton.

Queremos rescatar esta etnia casi perdida, y que está en esa situación por la opresión de algunos de nuestros propios hermanos indígenas que no han reconocido a los pericúes.

Además de la documentación exhaustiva de la cultura a la cual pertenece, Benton indicó que uno de los proyectos para los cuales ha pedido el apoyo del gobierno federal es la siembra de cannabis en la comunidad de San Elías.