La actividad industrial, que aporta un tercio del valor de la economía, acumuló en noviembre pasado 13 meses consecutivos de contracción a tasa anual, aunque en comparación con el mes previo tuvo un ligero crecimiento, reportó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El conjunto de actividades que integran la actividad industrial –minería, construcción, manufactura, generación de electricidad y transporte de gas y agua– registró en noviembre una caída anual de 1.7 por ciento y un avance mensual de 0.8, informó el Inegi.

En la medición anual, los sectores construcción y manufactura se contrajeron a tasas de 3.2 y 2.2 por ciento, respectivamente. La minería, en la que la extracción de petróleo es uno de los componentes más relevantes, avanzó 0.9 y la generación, transmisión y distribución de electricidad y suministro de agua y gas lo hizo 3.1.

El indicador suma 13 meses consecutivos de contracción anual, aunque exhibió mejoras respecto de octubre; la minería creció por vez primera desde septiembre de 2018. Excepto la generación de agua y electricidad, todos sus componentes avanzaron en términos mensuales, comentó el área de análisis de Ve por Más.

La actividad industrial aporta 32 de cada 100 pesos del valor de la economía mexicana, de acuerdo con datos del Inegi.

Este conjunto de actividades promedia un descenso de 1.8 por ciento en los primeros 11 meses de 2019, la peor evolución desde 2009, cuando la economía fue sacudida por la crisis financiera internacional, según los datos actualizados por el Inegi.

La caída anual en noviembre fue menor a la de octubre, y con cifras mensuales y desestacionalizadas (para hacer los periodos comparables) sus mayores componentes se expandieron.

A tasa mensual, la industria manufacturera avanzó 0.2 por ciento, la de construcción lo hizo 0.2 y la minería 1.2, de acuerdo con el Inegi. Únicamente las actividades relacionadas con electricidad, gas y agua reportaron una contracción, de 0.2.

En 2020 podría haber una mejora en el desempeño de la inversión. Lo anterior tendría lugar si la baja en tasas de interés internas y externas es acompañada por una disipación parcial de la incertidumbre, a través de la posible ratificación e implementación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá en este año y de una política pública que genere mayor confianza, además de mejoras en la ejecución del gasto público, comentó Ve por Más. Ello, agregó, podría ayudar a que la industria de la construcción exhiba un mejor desempeño.

En segundo lugar, la minería se vería favorecida por la posibilidad de que se logre estabilizar la producción de petróleo, aunque en el mediano plazo difícilmente sería sostenible si no se permite mayor inversión privada, consideró. No descartó que la exportación y, en consecuencia, la manufactura crezcan menos, en función de la expectativa de una ligera desaceleración en la actividad en Estados Unidos.