Lunes 6 de enero de 2020, p. 29
Aunque la mitad de los mexicanos no tiene seguridad social, el impacto es que más de 80 por ciento de la población ocupada que tiene hijos de menos de cuatro años carece de acceso a guarderías; tampoco puede adquirir la canasta alimentaria 72 por ciento de adultos pensionados mayores de 65 años, arroja el Sistema de Indicadores de Derechos Sociales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Coneval explica que en 2018, del total de la población de 15 años o más, apenas 21.9 por ciento cotizaba en alguna institución de seguridad social, cifra similar a 2009, cuando era 20.4. Considera que esta es una de las problemáticas que ha perdurado en el tiempo, una gran mayoría de la población no está cotizando
para contar con esta cobertura.
La seguridad social, explica, es el conjunto de mecanismos diseñados para garantizar los medios de subsistencia de los individuos y sus familias ante eventualidades, como accidentes o enfermedades, o ante circunstancias socialmente reconocidas, como la vejez y el embarazo.
La exclusión de los mecanismos sociales de protección vulnera la capacidad de los individuos para enfrentar contingencias fuera de su control que pueden disminuir de modo significativo su nivel de vida y el de sus familias
, señala.
Destaca que gran parte de los indicadores dan seguimiento a la dimensión de accesibilidad, en lo cual se observa que la mayoría de los indicadores han permanecido constantes a lo largo del tiempo y en algunos casos hay retrocesos.
La población con seguridad social con cuatro o más prestaciones en 2010 era poco más de la mitad de la población y en 2018 esta proporción disminuyó a 49.4 por ciento. Esto implica que no se ha logrado que las personas accedan a prestaciones sociales
, indica el Coneval. Agrega que hay un gran rezago en la prestación laboral del acceso a guarderías.
Refiere que 75.9 por ciento de la población de 65 años o más recibe jubilación o pensión (contributiva o no contributiva), lo cual es un avance, ya que en 2010, 54.9 por ciento contaba con ella.
Aunque si se considera al resto de la población se observa que la carencia por acceso a esta cobertura social afecta a 57.3 por ciento, con datos a 2018.
En relación con la calidad de la seguridad social, indica que ha aumentado la proporción de pensiones de la población de 65 años o más que tiene un valor inferior a la línea de pobreza por ingresos, es decir, su ingreso no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas de las personas.
En 2018, 71.9 por ciento de las personas de 65 años o más que recibe pensión o jubilación tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, lo cual aún es un gran reto de política pública para garantizar que estas percepciones sean suficientes para cubrir las necesidades básicas de esta población.