Jerusalén. El gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tramitó ayer la legalización de unas 2 mil nuevas viviendas en las colonias judías de Cisjordania ocupada.

La medida fue elogiada por las colonias israelíes, que destacan que es una decisión sin precedente que pone fin a ocho años de paralización en la construcción.

El Consejo Superior de Planificación de la Administración Civil, organismo competente en materia de asentamientos, aprobará entre el miércoles y el jueves esta legalización, según el orden del día publicado este fin de semana y recogido por el diario israelí Yedioth Aharonoth.

El organismo dará luz verde a la construcción de 780 viviendas. Se había especulado que el consejo legalizaría unas 3 mil, pero la cifra finalmente quedó en 2 mil.

La ONG israelí Peace Now criticó la iniciativa y acusó al primer ministro de no tener la legitimidad democrática para impulsar estas medidas. Netanyahu, sin autoridad ni responsabilidad, sigue fomentando la construcción en los asentamientos de Cisjordania y sacrificando la posibilidad de un acuerdo con el pueblo palestino, criticó el grupo.

Un informe de la oficina de la Organización de Naciones Unidas para la coordinación de los asuntos palestinos indicó que durante 2019 Israel demolió o confiscó 617 viviendas y estructuras palestinas en Cisjordania ocupada, incluido el sector oriental de Jerusalén.

El informe indica que esa actividad representó 35 por ciento más que el número de demoliciones efectuadas en 2018, y significó el desplazamiento de 898 palestinos.

La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional abrió el 20 de diciembre una investigación formal sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel en territorio palestino.

Por otro lado, el gobierno israelí aprobó ayer retener 149 millones de shekels (unos 40 millones de euros) que corresponden a los impuestos recaudados en nombre de la Autoridad Nacional Palestina en represalia por los pagos a familias de palestinos encarcelados o muertos por haber perpetrado atentados.