A nueve meses de que inició el programa piloto de seguridad social para las trabajadoras del hogar, sólo cerca de 12 mil se han inscrito, de las 2.4 millones que hay en el país. Para lograr incrementar el número de afiliadas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda anticipar la entrada en vigor de la inscripción obligatoria y que se evalúen diversas medidas de la iniciativa, como reducir el costo del aseguramiento.

En el documento Doce recomendaciones para el programa de trabajadoras del hogar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la OIT explica que si bien en las reformas a la Ley Federal del Trabajo y la del Seguro Social en esta materia, publicadas el 2 de julio de 2019, se indica que concluidos los 18 meses del programa piloto se entregará al Legislativo un informe preliminar y en un plazo no mayor a seis meses se aprueben las adecuaciones para que sea obligatorio, previsto para abril de 2021, esto puede adelantarse.

Sobre reducir el costo del aseguramiento, advierte que en el trabajo doméstico el hecho de que sea un hogar o una persona particular la que asume la condición de empleador sugiere algunas limitaciones en relación con las tasas y montos de contribución. Explica que debido a que esta labor no genera ingresos para el empleador, normalmente éste exhibe una baja disposición a incurrir en una inversión adicional. Pero, además, un cierto porcentaje de hogares tienen una reducida capacidad contributiva.

En el análisis que realizó en conjunto con el Nacional Monte de Piedad, detalla que cuando una empleada del hogar recibe como salario 3 mil 80 pesos, que sería el mínimo para registrarla ante el IMSS, la cuota del empleador asciende a 904 pesos, que incluyen también la correspondiente a la empleada, de 73 pesos, lo que es equivalente a 29.4 por ciento del salario pagado a ella.