Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, incluyó antier en el indulto navideño de este año a policías y militares condenados por crímenes no intencionados cometidos en operativos o en situaciones de peligro, decisión controvertida dado que las ejecuciones extrajudiciales de la policía brasileña con frecuencia son clasificadas erróneamente como actos de defensa personal.

Se ignora cuántos agentes podrán beneficiarse de esta medida inédita, firmada el lunes por la noche y publicada el martes en el Diario Oficial.

Se trata del primer indulto de Navidad que firma el gobernante neofascista, que asumió en enero con un discurso de mano dura contra el crimen y de fuerte respaldo a la labor de las fuerzas de seguridad, muy criticadas por las ONG debido a sus presuntos excesos.

El decreto concede indulto a los agentes que componen el sistema nacional de seguridad pública (policías federales, policías civiles, policías militares y bomberos) que, en el ejercicio de su función o como resultado de ella, hayan cometido crímenes culposos o por exceso culposo; o sea, crímenes cometidos sin intención, informó la presidencia en un comunicado.

La medida también beneficia a los miembros de las fuerzas de seguridad que hayan sido condenados por actos perpetrados en días de descanso con la intención de eliminar el riesgo existente para sí mismos o para terceros.

Esa hipótesis se justifica por el riesgo inherente a la profesión, que los exponen constantemente al peligro; y por el hecho de que tienen el deber de reaccionar para evitar crímenes incluso cuando están fuera de servicio”, explica la nota.

También serán beneficiados militares condenados por cometidos en determinadas hipótesis durante las operaciones de garantía de la ley y el orden, facultad constitucional que permite llamar a soldados en circunstancias específicas y que ha sido usada con mayor frecuencia en los últimos años debido al aumento de la violencia en extensas partes del país.

Quedan excluidos del indulto personas condenadas por crímenes horribles como tortura, terrorismo o corrupción, así como aquellos que hayan cometido infracciones disciplinarias graves.

En otro tema, Bolsonaro, ex capitán del ejército, de 64 años, sostuvo en entrevista la tarde del martes que perdió temporalmente la memoria tras resbalar en el baño de su residencia la noche del lunes.

Al momento perdí la memoria parcial. Al día siguiente conseguí recuperar muchas cosas y ahora estoy bien. No sabía, por ejemplo, lo que había hecho el lunes antes del golpe, declaró el gobernante a la televisora Band.

El presidente Bolsonaro pasó la noche en el hospital de las fuerzas armadas de Brasilia y recibió el alta hospitalaria con recomendación de reposar, luego de someterse a una tomografía computarizada de cráneo, en la cual no se detectaron alteraciones, informó la oficina de la presidencia sin dar más detalles sobre el percance.