A Calderón, el principal golpe // Detienen a García Luna // T-MEC: acuerdos y polémica // A los golpes por ¿Zapata
gay?
ENMUDECE. El ex presidente Vicente Fox, inclinado a utilizar las redes sociales, evitó hacer comentarios sobre la detención en Estados Unidos de Genaro García Luna, quien durante su administración fue titular de la Agencia Federal de Investigación.Foto Notimex
a detención de Genaro García Luna constituyó un golpe muy fuerte a las intenciones de continuidad política y electoral del grupo (cuasi) familiar encabezado por Felipe Calderón Hinojosa. La fatigosa consecución de apoyos ciudadanos para formar un partido, más la persistente memoria colectiva que le ubica como responsable del baño de sangre que se produjo desde su fraudulenta llegada al poder, han dado poca viabilidad a México Libre, la marca con la cual Calderón y su esposa, Margarita Zavala, pretenden competir con el obradorismo desde una plataforma escindida en origen (aunque podría terminar como aliada) del derechista Partido Acción Nacional.
García Luna fue un personaje de intocado poder ejecutante durante todo el sexenio ocupado por Calderón Hinojosa. Acompañado de un temible grupo forjado en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (el Cisen, creado en 1989 por Carlos Salinas de Gortari como ocupante de la Presidencia de la República), García Luna ocupó la dirección de la Agencia Federal de Investigación (AFI) con Vicente Fox como presidente de la República (en ese lapso, en diciembre de 2005, ordenó el montaje televisivo de la captura en vivo
de Florence Cassez e Israel Vallarta). Con otro panista, Felipe Calderón, llegó al punto cumbre de su carrera político-policiaca, como todopoderoso secretario federal de Seguridad Pública.
La aprehensión del ingeniero mecánico nacido en la Ciudad de México en 1968 se ha producido cinco días después de la visita del denso fiscal de justicia de Estados Unidos, William Barr, quien se reunió con el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y con el propio Presidente de la República y varios de los miembros de su gabinete de seguridad.
Además, el muy llamativo expediente de García Luna es puesto en el escaparate justamente el día en que se han reunido en la capital mexicana los representantes y negociadores de Canadá, Estados Unidos y México, con el propósito de cerrar acuerdos relacionados con el tratado comercial subcontinental que sustituirá el Tratado de Libre Comercio. Los opositores al obradorismo, en específico el dirigente patronal Gustavo de Hoyos, han acusado al presidente López Obrador de ceder ante las presiones del vecino país, llegando a decir el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que se está en presencia de un santanismo (por Antonio López de Santa Anna, el varias veces presidente de México, acusado de ceder territorio y soberanía a Estados Unidos).
Otro tema concurrente es el de los 14 años en prisión de Israel Vallarta (sin sentencia), quien fue detenido con quien entonces era su pareja sentimental, la francesa Florence Cassez, acusados de ser secuestradores. Necesitado de triunfos
explotables en el terreno mediático, García Luna organizó un montaje (no fue el único: llegó a llamársele García Luna Productions) de la detención de esa pareja, lo cual fue transmitido en vivo
por Televisión Azteca y, de manera marcadamente grotesca, por Televisa en el noticiario matutino conducido por Carlos Loret de Mola, con la producción de Azucena Pimentel (quien ahora cumple tareas de producción televisiva en las mañaneras del presidente López Obrador, donde ayer se tocó el tema de Vallarta y su larga estancia en prisión, sin sentencia).
En otro tema, un cuadro de Fabián Chairez provocó ayer un enfrentamiento verbal y físico entre miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas y defensores de la diversidad sexual, que en el Palacio de Bellas Artes pugnaban, los primeros porque se desmontara la citada obra, y los segundos porque se le sostuviera en exhibición. La imagen de la disputa es una persona con un enorme parecido a Emiliano Zapata (aunque el autor asegura que no es el Caudillo del Sur), desnudo, con tacones y un sombrero rosa, montando un caballo. Aunque parezca un asunto de rijosidad menor, en el fondo es la batalla entre el aferramiento a cánones de respeto
a figuras históricas y la libertad creativa de los artistas. ¡Hasta mañana!
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