Para la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos ,el primer año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud presenta claroscuros, pues existen elementos positivos y negativos.

En el contexto de la realización de un Balance del primer año de gobierno en materia de salud, seguridad social y sindicalismo, Antonio Vital Galicia, coordinador nacional de la agrupación, indicó que entre los aspectos positivos está el hecho de que se puso un dique al desmantelamiento que venían sufriendo los servicios de salud en los pasados 30 años; se establece al menos en el discurso una visión preventiva y el combate a la corrupción y se avanza en la terminación de un número importante de unidades de salud.

En la otra cara de la moneda, no se ha avanzado en los compromisos establecidos por López Obrador el 14 diciembre de 2018 en el Acuerdo para el acceso efectivo a los servicios de salud, en el que se establecieron cuatro puntos.

Entre ellos se contemplaba basificar a 80 mil trabajadores. El programa para basificación y homologación no se ha hecho. Ayer en el Consejo Nacional de Salud se informó que se va a definir la estrategia para la basificación, cuando ya pasó un año, y el recurso que estaba destinado se pierde; eran 11 mil millones de pesos.

Añadió que otro elemento con el que no coinciden es el plan de que se diseña para el acceso universal a los servicios de salud. Este no tiene ni pies ni cabeza, porque están tratando de centrarlo sobre el IMSS Bienestar, cuando sólo atiende a cuatro por ciento de la población, eso es totalmente irracional. Apuntó que tan sólo en el régimen ordinario del IMSS, se necesita cubrir entre 30 y 50 mil plazas para resolver el rezago en atención médica.