Domingo 8 de diciembre de 2019, p. 6
Uno de los elementos más preocupantes de las amenazas sufridas el viernes por el periodista Emir Olivares, reportero de esta casa editorial, es que deja ver que los comunicadores ya no están seguros ni siquiera en la capital del país, adonde muchos colegas huían al sufrir agresiones en otras entidades, señaló Amir Ibrahim, secretario de la organización Periodistas Desplazados México.
“Lo que llama más la atención del caso de Emir –que desde luego condenamos– es que la violencia se haya trasladado a la Ciudad de México, porque lo que le pasó a él, desgraciadamente es común en provincia. Los periodistas que están en el poblado, en el municipio, lo viven todo el tiempo”, señaló.
“El de Emir fue un trabajo periodístico eficiente, serio y certero, que movió intereses fuertes, y es muy lamentable que esto [las agresiones] también pase en la Ciudad de México, porque cuando los compañeros de otros estados son agredidos y se les quiere aplicar el nivel máximo de protección, son ‘extraídos’ (de su lugar de origen) y llevados a la capital”, añadió Ibrahim.
El comunicador hizo un llamado enérgico a las autoridades de la Secretaría de Gobernación y el mecanismo de protección para que protejan al compañero con todas las posibilidades que tengan, pero también un llamado a la Fiscalía General de la República para que investiguen a fondo y den con los agresores
.
Ibrahim –quien tuvo que salir de Quintana Roo para evitar ser atacado– consideró que el mecanismo ha mejorado poco a poco y ha logrado salvar la vida de muchos comunicadores y activistas, pero el fenómeno en general de la violencia contra los periodistas no va a disminuir si los perpetradores no son castigados.
La libertad de expresión de Emir es un bien tutelado por el Estado, y si el de él es violado, se va a afectar el de los otros periodistas. Estamos pasando un momento muy complicado en México y por eso exigimos que desde el Poder Ejecutivo haya un mensaje de respeto a la prensa, porque si el mismo Presidente no lo envía, los demás van a pensar que pueden agredirlos y no pasa nada
, indicó.