El combate a los grupos criminales debe darse, además del desmantelamiento de sus estructuras financieras y del poder aliados, con el combate a la corrupción dentro de los poderes judiciales. Hay que acotarles la posibilidad de que jueces les concedan amparos. Se debe detener a los que terminan protegiendo a grupos delincuenciales, afirmó Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, durante la firma de un convenio de colaboración con el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Rendición de Cuentas y Protección de Datos Personales (Info) de la Ciudad de México.

Aunque reconoció el trabajo de Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, y la visión del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para combatir la corrupción dentro de sus instancias, dijo que las estructuras del Poder Judicial, jueces, magistrados o ministerios públicos que defienden o amparan a grupos delincuenciales, son un caldo de cultivo que nos generan más inseguridad y más violencia. Por tanto, una de las estrategias tiene que estar enfocada al combate a la corrupción dentro de los poderes judiciales y las fiscalías.

Y ejemplificó: “Está el caso del magistrado federal Isidro Avelar Gutiérrez, quien fue detenido por una denuncia de la UIF, y podría ser vinculado a proceso por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Esto significa que sí se puede generar una articulación para detener los casos de corrupción de magistrados que terminaban protegiendo a grupos delincuenciales, aseveró.

El funcionario dijo que después de 11 meses de trabajo de este gobierno se han tenido resultados y muestra de ello es que una organización como Mexicanos Contra la Corrupción, que nadie puede acusar de tener ligas o cercanía con el gobierno, ha señalado que hay una percepción de combate a la corrupción en 54 por ciento de la población en México. Mientras Barómetro Global ha señalado que México es uno de los tres países que de mejor forma ha combatido la corrupción durante el año reciente.