Saber toda la verdad sobre Chernóbil
l 26 de abril de 1986, un aumento de potencia en el reactor 4 de Chernóbil produjo el sobrecalentamiento del núcleo, provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Es el peor accidente nuclear de la historia. Obligó a evacuar a miles de personas y contaminó amplias zonas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Todavía causa muertes por cáncer.
Luego de varios años de trabajo se logró sustituir el antiguo sarcófago del reactor por otro que aísla el poderoso veneno que hay dentro. Pesa más de 30 mil toneladas y es la mayor estructura móvil construida por el ser humano.
Al visitar en julio pasado el escenario de la tragedia, el presidente ucranio Volodymir Zelensky, señaló que ‘‘es hora de acabar con la imagen negativa de Chernóbil y convertir nuestro problema en una ventaja’’.
Para ello estableció medidas con el fin de que la zona alrededor de la central nuclear reciba visitantes, pues, sostuvo, ‘‘allí la naturaleza se está recuperando y tenemos que enseñarlo al mundo, a científicos, ecólogos, historiadores y turistas’’.
Este año han ido 80 mil personas a tomar fotos y videos. Pero falta el museo que ilustre la causa del accidente y el valor de los trabajadores de la planta. Indispensable incluir el informe que rindió ante los funcionarios soviéticos el físico Valery Legasov. Les mostró la negligencia criminal que tuvieron al igual que los responsables de la planta. Tratado cruelmente, antes de suicidarse dejó grabado su testimonio en siete casetes.
También debe estar el de Igor Kostin (1936-2015), quien obtuvo la única foto no velada por la radioactividad. Se publicó mundialmente pese a la férrea censura del gobierno. El sufrir los efectos de la radioactividad no le impidió a Kostin documentar hasta su muerte el horror que padeció la población, los trabajadores de la central y la naturaleza. Reunió parte de su labor fotográfica en un libro clásico: Confesiones de un reportero.
Debemos saber toda la verdad sobre Chernóbil, incompleta en la sobrevalorada serie de HBO.