Al clausurar los trabajos de la Semana Nacional de Transparencia 2019, Francisco Javier Acuña, comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), señaló que las instituciones encargadas de garantizar la transparencia y el acceso a la información no nacieron para combatir directamente la corrupción, para eso están las fiscalías.

Sin embargo, afirmó que el instituto sí aniquila la mentira pública porque exhibe la verdad inobjetable que sostiene cada acto de gobierno y evidencia la gestión pública, aunque reconoció que aún tenemos que esforzarnos mucho todavía por despejar incógnitas que rodean la gestión del Inai y de los órganos garantes de los estados que somos juntos parte del Sistema Nacional de Transparencia.

Destacó que la transparencia no acontece por decreto; reclama una gran voluntad política de los altos mandos del poder, para que los servidores públicos la constaten de forma cotidiana, pero subrayó que una labor central del Inai es hacer que caiga sobre el hecho y el acto público, engañoso o aparente, la enérgica condena pública.

El organismo autónomo, dijo el comisionado, hace también un escrutinio externo a ese Ejecutivo federal y en su conjunto a las administraciones para evidenciar lo que es real, lo bueno y malo, y de esa manera tomar las acciones que se requieran.

Ante académicos y especialistas, reunidos en el auditorio Alonso Lujambio del instituto, Acuña afirmó que se reconocen avances, pero también lo mucho que falta por hacer para que el instituto se convierta en un organismo activo del Estado en su conjunto, que merece que los ciudadanos ejerzan su derecho a escrudiñar el acto público, y a que lo hagan con valentía aun de manera anónima o por nombre propio, porque no caben represalias.