Un contingente de activistas, artistas, académicos y trabajadores de México, el hemisferio americano y de países del continente europeo, demandó cese la represión en contra de quienes protestan por el golpe de Estado en Bolivia.

En una carta pública exigieron a la comunidad internacional, en particular la Organización de Estados Americanos (OEA), no abone a la militarización y desestabilización del continente.

El documento fue firmado por personalidades como el historiador especializado en historia de Latinoamérica de la Universidad de Harvard, John Womack, la también historiadora, Clara Lidia, del Colegio de México, Carlos Illades, catedrático de Universidad Autónoma Metropolitana y autor de libros como El futuro es nuestro: historia de la izquierda en México; José Piqueras, de la Universidad Jaime I., de la ciudad de Castellón de la Plana en España, y el activista brasileño Jean Willys.

Rechazan estrategia golpista

Mediante el pronunciamiento –respaldado por casi 140 personas– rechazaron enérgicamente el golpe de Estado perpetrado contra el gobierno del ex presidente Evo Morales, así como las agresiones encabezadas por sectores reaccionarios, altos mandos del ejército y de la policía.

Recordaron que la amenaza de los militares obligó al presidente Morales, al vicepresidente Álvaro García Linera y a otros funcionarios civiles a renunciar a su cargo. No obstante, desde el domingo 10 de noviembre se han denunciado saqueos e incendios a las casas y las oficinas de organizaciones y dirigentes sociales.

Señalamos con preocupación el discurso de odio promovido por los grupos que han ocupado las oficinas de gobierno, quienes han quemado la bandera whipala, como pieza clave de un discurso racista y de extrema derecha extendido y expresado en diversos medios de comunicación, se lee en el texto.

En este contexto, el contingente se pronunció a favor de que se generen las condiciones de seguridad necesarias para el asilo de los perseguidos políticos en Bolivia.

Destacaron que la cooperación global debe promover soluciones pacíficas a los conflictos entre los pueblos.

La autodeterminación de los pueblos y la solidaridad, no la intervención y la polarización, deben de ser los ejes de la política de los estados americanos, se lee en la misiva pública