Viernes 8 de noviembre de 2019, p. 21
La Paz. Los llamados al diálogo para restablecer la paz en Bolivia se multiplicaron ayer tras los enfrentamientos entre seguidores y opositores del presidente Evo Morales, los más violentos en tres semanas de protestas luego de los comicios del 20 de octubre, que dejan hasta ahora tres muertos y 200 heridos.
El vicepresidente Álvaro García Linera pidió a los líderes opositores Carlos Mesa, candidato presidencial perdedor, y Luis Fernando Camacho, del Comité Cívico de Santa Cruz, ayudar a detener la violencia tras sus convocatorias a rechazar los resultados electorales, en los que Morales se impuso en primera vuelta en medio de acusaciones de fraude que no han sido sustentadas.
Además, les pidió acatar la auditoría electoral que realiza la Organización de Estados Americanos, y resaltó que fue el pueblo el que dio nuevamente la victoria al partido Movimiento al Socialismo, de Morales, por lo que renunciar a ese triunfo sería enterrar la democracia
.
En La Paz, Camacho manifestó que la carta de renuncia que pretende hacer llegar al mandatario ya no es sólo de Santa Cruz, sino de toda Bolivia
, y que tratará de entregarla el lunes próximo.
Opositores se manifestaban anoche en La Paz, en un intento por tomar la Plaza Murillo, horas después de que Jesús Juárez, arzobispo de Sucre, informó que la cúpula católica inició contactos con el gobierno para establecer un diálogo de paz en el país, mientras la Organización de Naciones Unidas hizo un llamado inexorable al diálogo como única vía para evitar más muertes y recuperar la paz
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