En los próximos días el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo, y el titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez, se reunirán para definir la figura de este organismo, aunque de entrada se extinguirá el fideicomiso por el cual se ha financiado durante 27 años.

En entrevista, Toledo consideró que de manera injusta se hizo una enorme turbulencia en algo sencillo y que durante varias reuniones lo platicamos. Dijo que ya había hablado con Sarukhán y que no hay diferencias, desde la Semarnat consideramos que se dio una campaña en la que hubo difamación.

Los interesados en la conservación de la biodiversidad se precipitaron a partir de información falsa.

Señaló que en la Semarnat la mitad de las instituciones son desconcentradas y otras descentralizadas, todas trabajan sin problema con la misma calidad. El miércoles, a través de redes sociales, Jorge Soberón, ex secretario ejecutivo de la Conabio señaló que Toledo buscaba destruir a este organismo.

El Fondo para la Biodiversidad debió extinguirse desde hace cinco años, según recomendó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Cámara de Diputados. El fondo opera con recursos públicos y privados, donados por empresas y organismos internacionales, como el Banco Mundial, fundaciones Televisa y Carlos Slim, entre otras.

En la auditoría de la cuenta pública 2013, la ASF pidió en 2014 a la Cámara de Diputados revisar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y otras disposiciones relativas a la regulación de la biodiversidad, para evaluar la conveniencia de constituir un organismo público descentralizado bajo la coordinación de la Semarnat.

Esto porque la Conabio desarrollaba actividades por medio de un mecanismo de excepción, el fideicomiso. Pidió que al nuevo organismo público se integre el patrimonio actual de la comisión, consistente en los bienes muebles e inmuebles, bases de datos y acervo bibliográfico y de investigaciones con los que cuenta, así como los funcionarios y personal contratado con cargo al patrimonio de dicho fideicomiso.