Es el primero en afrontar el reto
Viernes 1º de noviembre de 2019, p. a14
Correr hacia atrás no es una locura para el mexicano Diego Polino, sino una disciplina de alto rendimiento y para comprobarlo pretende convertirse en el primer atleta del llamado retrorunning que termine el domingo el Maratón de Nueva York, una de las pruebas más importantes y masivas en el mundo.
Tan sólo conseguir un lugar en esta competencia ya fue un desafío, debido a que los organizadores se mostraban renuentes a que corriera por temas de seguridad
, reveló Polino. Nunca nadie ha corrido hacia atrás en este maratón, por lo que fue complicado conseguir la autorización
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Amplia trayectoria
Trotar de espaldas en medio de más de 50 mil competidores es la hazaña que pretende conseguir el mexicano, quien se atreve a buscar este reto respaldado por su trayectoria, la cual le ayudó a convencer a las autoridades del Maratón de Nueva York para que le permitieran competir.
Polino destacó en 2017 al ser el primero en concluir el Ironman de Lanzarote corriendo hacia atrás en el maratón, además de que participó en el Mundial de Essen 2016, donde obtuvo el segundo lugar en 3 mil metros planos y bronce en la prueba de 5 mil metros.
Después de haber culminado el Ironman de Lanzarote, Polino se alejó de las competencias internacionales por cuestiones personales, aunque no dejó de practicar este deporte y participó en maratones locales. Ahora, retorna a un escenario de alto nivel con la intención de darle difusión a esta variante del atletismo.
“Voy a Nueva York para exponer más al retrorunning, que se entienda que sí es un deporte”, confiesa Polino, quien en más de una ocasión ha tenido que lidiar con las burlas por correr de espaldas en las pistas.
En México aún no es muy conocida de esta disciplina como deporte, aún lo ven mal y creen que soy un payaso por practicarlo, que sólo es una moda. Yo entiendo que apenas empieza a ser conocida y hay que abrir camino
, aseveró.
El corredor espera terminar el Maratón de Nueva York con un tiempo cercano a las cuatro horas, marca que estará alejada de la que consigan los ganadores. Sin embargo, dejó claro que lo trascendental no será la velocidad a la que corra ni tampoco la resistencia, sino el sortear los obstáculos que encuentre y avanzar entre la multitud sin chocar.
Aunque he corrido en competencias con más de 12 mil personas, a Nueva York llegaré con gran expectativa. Será una prueba más complicada de lo que estoy acostumbrado, tendré que voltear más seguido para memorizar la ruta y debo tener más cuidado para no tropezar con los competidores
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