La actual crisis migratoria ha tenido impacto en el terreno educativo, pues existe una creciente demanda de atención de niños y jóvenes en situaciones de movilidad distintas, cada una de las cuales amerita respuestas diferenciadas, refirió María del Carmen Salvatori Bronca, directora general de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Durante la inauguración del Foro binacional de educación migrante, detalló que en términos organizacionales hay varios retos que debemos afrontar, como disponibilidad de espacios para atender a estos grupos en función de su distinta condición migratoria, habilitación de personal docente capaz de promover una buena integración intercultural, provisión de material didáctico adecuado, reconocimiento de créditos y compatibilización de calendarios, entre otros.

En el encuentro llevado a cabo ayer en la Secretaría de Relaciones Exteriores, Salvatori Bronca expuso que las recientes olas de personas procedentes de Centroamérica y de otros países, incluso algunos fuera del continente, ponen a prueba nuestra comprensión del tema y a las políticas e instituciones.

No sólo se trata de la dimensión del fenómeno, claramente superior a la ola migratoria del pasado reciente, sino de su mayor complejidad, porque ocurre en un contexto en el que las decisiones en la materia del gobierno de Estados Unidos han introducido nuevas presiones al gobierno mexicano, destacó.

Existen connacionales en situación de retorno voluntario o por deportación, pero también están los centroamericanos, haitianos e incluso africanos en tránsito hacia Estados Unidos que quedan varados en territorio nacional, dijo.

El primer grupo de mexicanos – detalló– se caracteriza por tener trayectorias escolares incompletas en una nación extranjera, no siempre tiene dominio suficiente del español ni está adentrado en los ámbitos académicos de nuestro sistema escolar, pero tiene la urgencia de retomar sus estudios. El de los extranjeros es muy heterogéneo: hay hispanoparlantes con hábitos y prácticas culturales que los asemejan a los mexicanos, pero también hay personas con lenguas y culturas muy distintas a las de nuestro país.