Con un presupuesto de 300 millones de pesos otorgados por la Secretaría de Energía federal, el Gobierno de la Ciudad de México y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollarán, una tecnología para convertir la basura orgánica en carbón vegetal, informó la jefa del Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.

Asimismo, agregó, en un mes se convocará a un concurso internacional para que empresas presenten proyectos de disposición final de residuos sólidos sin que el gobierno pague un centavo, ya sea para reciclaje o en otras acciones, y las mejores propuestas serán elegidas por un comité científico.

La titular del Ejecutivo local afirmó que esta estrategia no implica concesionar el servicio y que, en el caso del carbón vegetal, la idea es que en tres años se comercialice con la iniciativa privada o la misma Federación.

En ese acto, realizado en la Torre de Ingeniería de la UNAM ante investigadores y representantes de la iniciativa privada, presentó el Programa Ambiental y de Cambio Climático para la Ciudad de México, con el que, dijo, se busca disminuir 30 por ciento la contaminación en la capital del país con diversas acciones en materia de movilidad, rescate de parques urbanos y la reforestación de la ciudad, entre otras.

Una de ellas es establecer corredores verdes en los estacionamientos de grandes recintos deportivos, como los estadios México 68 y Azteca, con cuyos dueños ya se tienen pláticas para implementar el proyecto, conservando su uso habitual.

En el caso de los desechos sólidos, destacó el Programa Basura Cero, cuyo propósito es disminuir a 2 mil las 8 mil 600 toneladas diarias de basura que son enviadas a rellenos sanitarios, reforzando las tareas de reciclaje y composta, para lo cual se construirá una nueva planta de separación de basura en Vallejo.

A esto se suma el concurso internacional para disposición final de desechos sólidos y el proyecto de transformar los residuos orgánicos en pedacitos de carbón vegetal, que pueden ser utilizados en las carboléctricas de la Comisión Federal de Electricidad.

El carbón mineral es el mayor contaminante de gases de efecto invernadero, y si se hace con basura orgánica, entonces no tendría impacto en el cambio climático, por lo que ayudaría a resolver un problema de basura en la ciudad y al mismo tiempo serviría de fuente de energía, expresó.