Monterrey, NL., El técnico Antonio Turco Mohamed debutó con Monterrey en su segunda etapa como rayado. Pero no hubo la suerte del inicio y tuvo que conformarse con el empate 1-1 ante Chivas, que pese a que tardó en meterse en el partido y en ganar confianza, logró arrebatar un punto.

Este resultado no les sirve de gran cosa a ambos equipos, pues en esta fecha 14 del torneo de liga, Monterrey apenas llegó a 17 puntos, lejos de la liguilla, mientras Guadalajara alcanzó 13 puntos que no modifica mucho su posición en la parte baja de la tabla.

Antes de empezar el partido, los dos cuadros dieron una muestra de solidaridad con la situación laboral de los jugadores del Veracruz, sin artimañas para aprovechar la quietud del rival.

La ofensiva rayada envió un rosario de advertencias. Tiros consecutivos que pusieron al portero Antonio Rodríguez a emplear sus mejores recursos. Tapaba una y desviaba otra, pero parecía que en cualquier momento los de Monterrey abrirían el marcador.

Tal como ocurrió. Miguel Layún disparó al arco y Rodríguez apenas pudo echar el balón fuera para un córner. Por esa vía cayó el primer tanto. El cobro llegó al área, donde Rogelio Funes Mori cabeceó hacia un poste, donde Jesús Gallardo acudió preciso para empujar la pelota y conseguir el primero a los 14 minutos.

Monterrey pudo ampliar la ventaja, porque Chivas no salía del pasmo. El conjunto tapatío tardó en empezar a hacerse notar en el área rayada, y a los 37 minutos Oribe Peralta estuvo a punto de lograr la igualdad. De espalda al arco tuvo un balón que quiso resolver de tijera, pero sin fortuna.

Poco antes de terminar el primer tiempo, Alan Pulido olfateó una jugada preciosista, llegó por izquierda y sirvió para Peralta, quien con un desplante de oficio tocó la pelota para que Miguel Ponce le pegara con furia y consiguiera el empate.

El descanso fue una pausa para redefinir la estrategia. Y funcionó para ambos, porque el duelo adquirió un ritmo vertiginoso de ida y vuelta, donde el portero Rodríguez una vez más estuvo activo tras los repetidos disparos que lo obligaron a tirarse por los dos costados y estirarse como si fuera de goma. A pesar del asedio, lograba mantener a salvo su portería.

Layún maldecía por lo elusivo que parecía volver a anotarle a Chivas, incluso con intervenciones milagrosas como las de Manuel Mayorga, quien en dos ocasiones consecutivas logró rechazar los disparos insistentes de Celso Ortiz.