El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que la renuncia del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Eduardo Medina Mora tenga como trasfondo una venganza política o una instrucción de acoso para que dejara su cargo.

Tras señalar que ya no tiene una comunicación directa con el presidente del máximo tribunal del país, dijo que el relevo de Medina Mora deberá tener el distintivo de la honestidad, que no sea mercader ni traficante de influencias.

Al referirse a la renuncia, señaló que hay quienes sostienen que es una venganza política. No, nada de eso, es una investigación y él tomó libremente su decisión de renunciar. Yo no di instrucciones de que se le acosara para que renunciara, es una investigación que tiene la Fiscalía General de la República.

No obstante, recalcó que antes si un servidor público de alto nivel tenía influencias, sólo les hacían algo cuando caían de la gracia de los poderosos.

A sus opositores, que lo han criticado por una presunta intención de apoderarse de la SCJN, les respondió: No soy como ellos; soy demócrata. Y lo que sí es que vamos a proponer a gente honesta, porque los conservadores son muy corruptos, les gusta mucho el dinero; yo creo que el dios de los conservadores es el dinero, y además de ser reaccionarios, son corruptos, ocupan los cargos para enriquecerse.

En cambio, sostuvo que el conservadurismo hipócrita se apoderó del gobierno en la época neoliberal, con el control del Congreso para cambiar la Constitución, y recordó que incluso el Poder Judicial rechazó, por consigna, la realización de una consulta popular frente a la reforma energética.

Incluso afirmó que hasta hace poco había un teléfono del presidente de la Corte al presidente de la República, y por ahí se daban las instrucciones. Ya se les olvidó. Aunque dijo que, a lo mejor se mantiene dicha infraestructura, no la usa.

Sin adelantar nombres, refirió que los perfiles de quienes proponga al Senado para este cargo deberán ser de gente honesta y que no sean corruptos, aunque recordó que el órgano legislativo aún debe resolver la aceptación de su renuncia, por lo que aún tiene tiempo para decidirlo.