Jueves 26 de septiembre de 2019, p. 26
Una reducción de cerca de 20 por ciento en los precios de los energéticos a escala mundial es el factor que más influye en la baja de la inflación observada en México, explicaron analistas financieros.
La economía mexicana no ha crecido en los dos primeros trimestres del año, según los datos de producto interno bruto (PIB) reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. No obstante, más allá de los factores internos, la incertidumbre por el vínculo comercial entre Estados Unidos y China, el efecto en los precios del petróleo y el Brexit han destacado hasta ahora como los mayores efectos en la desaceleración de la economía global.
En la primera quincena de septiembre la inflación anual fue de 2.99 por ciento, con lo que se ubicó por primera vez en tres años abajo del objetivo del Banco de México, de 3 por ciento con un margen de un punto hacia arriba o abajo. Menores costos en productos agropecuarios y energéticos favorecieron la baja.
La inflación se compone de dos indicadores: el no subyacente, donde se agrupan todos los productos que tienen a variar más –agrupa los productos agropecuarios y los energéticos– que tuvo su crecimiento anual más bajo (0.57 por ciento) desde 1989, cuando se comenzó a hacer el registro.
Del otro lado se cuenta el componente subyacente, que registró un aumento de 3.78 por ciento anual, que sigue relativamente alta
, coincidieron en las entrevistas por separado Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más, y Adrián de la Garza, director de estudios económicos de Citibanamex.
Saldaña descartó que el freno en la economía mexicana –como un menor consumo– esté incidiendo a la baja en el indicador, dado que el incremento salarial de inicios de año implicó una mejora en el poder de compra de los trabajadores.
De la Garza dijo que parcialmente
podría haber un efecto, pero hasta ahora no hay datos determinantes para definirlo. Enumeró al menos tres elementos que hacen coincidir esta baja. Primero que la inflación actual parte de un referente alto. Desde 2017, cuando se liberaron los precios de las gasolinas, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se disparó para llegar a finales de año hasta niveles de 6.77 por ciento.