Whistle-blower (El soplón)
ucedió algo extraordinario en Estados Unidos: un oficial de la Agencia Nacional de Inteligencia reveló al inspector de la agencia (una especie de contralor interno responsable de vigilar el comportamiento de sus funcionarios) que el mandatario Donald Trump, había presionado al jefe de Estado de Ucrania para que se investigara aHunter Biden, hijo del candidato a la presidencia Joseph Biden, sobre su relación con una compañía petrolera ucraniana en la que era miembro del consejo de administración. Trató de demostrar, sin que existieran pruebas, que el entonces vicepresidente Joseph Biden había usado su influencia para apoyar negocios de esa compañía en Estados Unidos. El whistle-blower presenció la llamada telefónica en la que Trump amenazó al presidente ucraniano que de no cumplir con sus exigencias suspendería la ayuda militar autorizada por el Congreso estadunidense con el fin de que ese país se defendiera de la agresión rusa. El quid-pro quo en el fondo era un vil chantaje. En circunstancias normales, el inspector de la Agencia de Seguridad debía informar al Congreso, pero la Casa Blanca vetó la posibilidad.
Chantajear al líder de otra nación, con el fin de socavar el prestigio de quien en este momento encabeza la lista para representar al Partido Demócrata como su candidato a la presidencia, es algo insólito. No está clara la secuela de este nuevo capítulo en la ya larga trama que pudiera acabar con la defenestración del mandatario estadunidense. De lo que no hay duda es que Trump ha hecho todo lo posible para evitar que se llegue al fondo de este y otros asuntos similares, lo que en último término pudiera configurarse como el delito de obstrucción a la justicia
.
La intención original de este artículo era poner de relieve la admirable labor de la joven sueca de tan sólo 16 años, Greta Thunberg, que encabezó el paro que millones de niños y jóvenes de todo el mundo efectuaron el viernes pasado para protestar por la abulia de los adultos en poner un alto al cambio climático ocasionado por la acción del hombre. La voz de Greta, y de otros jóvenes, como de la mexicana Xiye Bastida, se escucharán en la conferencia sobre el Cambio Climático que se celebra en las Naciones Unidas. Vaya nuestra admiración y apoyo a todos los que con ella han emprendido esta ardua tarea. Comentar más ampliamente este asunto, en el marco de la visita de Trump a California deberá esperar.